Historia del Río Ozama: Alcázar Don Diego Colón Próximo al Río Ozama (Capítulo XI)
El Alcázar de Colón
Ubicado
a pocos metros del Río Ozama en la Ciudad Colonial de Santo Domingo.
El Alcázar de Colón o Palacio Virreinal de Don Diego Colón, es el edificio que alberga hoy el Museo Alcázar de Colón situado muy próximo al río Ozama.
El
palacio comenzó a construirse en el año 1511 y finalizó tres años más tarde
en el 1514.
Se construyó en un solar que se encuentra ubicado a orillas del Río Ozama. Se desconoce el arquitecto que construyó esa obra.
Se escogió este terreno porque estaba muy próximo a la ría para fines defensivos y control visual del Río.
Fue
el primer palacio fortificado de las Américas y la primera vivienda construida
de este tipo en República Dominicana.
Su
construcción se realizó a base de rocas coralinas, con un estilo renacentista
español e italiano, combinado con un toque gótico y mudéjar.
El monumental edificio cuando se construyó contaba con 55 estancias y 72 puertas y ventanas que fueron testigos de importantes reuniones de conquistadores ya que en sus estancias se alojaron grandes conquistadores como Hernán Cortés, Pedro Alvarado, Francisco Pizarro y Diego Velázquez y desde allí se planificaron las conquistas de Perú, México, Cuba, entre otros territorios.
El Rey Fernando el católico fue quien ordenó construir el Alcázar de Colón como obsequio a Diego Colón, hijo primogénito del llamado descubridor de las Américas, el navegante Cristóbal Colón, para que edificara una morada para él y sus descendientes durante su estancia en esta isla, a la cual llegó en 1509 en calidad de gobernador de la Española, el cuarto ejecutivo de las Indias que sirvió como casa familiar y mansión del gobernador.
A
la muerte de Cristóbal Colón, su primogénito legítimo Diego Colón, huérfano de
madre desde niño, hereda las propiedades de su padre.
A
su llegada, la pareja Don Diego Colón y su esposa Doña María de Toledo, habitaron en la Fortaleza de Santo Domingo, para luego aposentarse en la casa
del Cordón, propiedad de Francisco de Garay, leal servidor de su padre.
Los
hijos de Don Diego Colón y su esposa Doña María de Toledo, todos nacieron aquí
y fueron:
Felipa
y María nacieron en el 1510 en la Casa
del Cordón, Juana e Isabel, nacieron en
los años 1513-1514, en el Alcázar de Colón, en los años 1522-1526, nacieron Luis, Cristóbal y Diego.
Aunque
Diego Colón falleció en España en 1526, su esposa permaneció en el Alcázar
hasta su muerte, en 1549.
En
el 1539 Pedro de Alvarado, compañero de
armas de Hernán Cortés es alojado en los bajos del palacio.
Para
el año 1548 fallece Felipa Colón de Toledo.
Luis
Colón parte a España y en el palacio quedaron viviendo María Mosquera y sus hijos.
Años
más tarde, en 1586 se le atribuye a Francis Drake, haber sustraído una gran
cantidad de objetos de valor de la vivienda.
Para
el año 1776 el edificio estaba en ruinas y se pensó reconstruirlo para
convertirlo en una cárcel pública,
proyecto que no se llevó a cabo.
En
el año 1779, se empezaron a hundir los techos y llegó a convertirse en refugio
para
encerrar animales.
Durante
la ocupación haitiana, sus piedras fueron utilizadas para la construcción del
Palacio de Borgellá.
En
el año1870 con el fin de protegerlo, el gobierno dominicano lo declara
Monumento Nacional.
Era
un caserón vacío y ruinoso, pese al abandono la portada principal conservaba
primorosamente ventanas y arabescos. Empero a su alrededor se avistaban
esclavos, utilizados por demás para guardar caballos. Las piedras de la colosal
estructura se tornaron cada vez más grises.
Hacia
1955 cuando se celebró la Feria de la Paz, al dictador Trujillo se le habló de
la importancia de restaurar las edificaciones del periodo colonial para
incentivar el turismo que se iniciaba después de la Segunda Guerra Mundial.
La
España del generalísimo Franco aportó la dirección del experto restaurador
arquitecto Javier Barroso para los trabajos del Alcázar y de la iglesia de los
Jesuitas, hoy Panteón Nacional, dentro del acuerdo entre ambos gobiernos;
además de piezas de mobiliarios y adornos, originales de la época en que se
construyó el Alcázar.
Esta
fue una contribución única, dado el momento histórico, al estar España en
situación económica precaria debido a la guerra civil que había sufrido.
Remodelación
del Alcázar de Don Diego Colón
La
remodelación que muestra hoy día se realizó entre 1955 y 1957 por encargo del
gobierno dominicano.
La llevó a cabo el arquitecto español Javier Barroso. El aspecto que presenta hoy día no corresponde al original, sino que responde a la romántica interpretación realizada por el arquitecto. Luego de su reconstrucción se ambientó con piezas traídas del interior de palacios españoles de la misma época.
Este palacio fue construido con 55 habitaciones, pero en la intervención realizada entre 1955 y 1957 por el arquitecto español Javier Barroso, por encargo del gobierno dominicano, solo se conservaron 22 habitaciones.
En
su restauración preservó lo que era la casa del Virreinato, con todo su
esplendor
Actualmente
funciona allí el Museo Alcázar de Colón.
Se escogieron piezas similares a las que conformaban el ajuar de los habitantes originales del Alcázar, pues los originales se perdieron como resultado del saqueo y quema del edificio por parte del pirata Francis Drake.
Arquitectura, construcción y materiales usados en el Palacio Virreinal
El colosal panteón se construyó con piedras coralinas, proveniente de las canteras de Santa Bárbara. También se utilizó piedra caliza y madera, estando su construcción bajo la supervisión de arquitectos españoles.
Los
muros tienen aproximadamente 85 centimetros de ancho y un área de 1,525 metros
cuadrados.
La
entrada principal es de estilo gótico tardío y resalta un arco, enmarcado por
motivos ornamentales tallados en piedras.
El
Alcázar de Colón es la única residencia conocida de algún miembro de la familia
Colón en el Nuevo Mundo lo que lo convierte en un monumento histórico.
Tiene
dos niveles, con cinco arcos cada uno: Las arcadas de la primera planta están
formadas por arcos de medio punto, mientras que las del segundo piso son arcos
rebajados.
Se
dice que en su construcción participaron
unos 1,500 indígenas.
En la actualidad, el museo exhibe unas 800 piezas, originales y réplicas, entre mobiliarios, obras de arte, tapices, útiles de hogar, vajillas, cerámicas, armaduras y objetos religiosos de diferentes siglos.
Un
recorrido por sus estancias nos traslada siglos atrás y al modo de vida de la
familia Colón. Entre sus 22 habitaciones, 20 de las cuales están dedicadas a la
museografía.
En
el primer nivel
Los
magistrales trajes que lucen, fueron confeccionados por afamados diseñadores
dominicanos, entre ellos, Jorge Diep.
A mano izquierda, impresiona un enorme caballo, símbolo de la conquista y que recuerda el que fuera el primer medio de transporte de la isla, que fue traído por Cristóbal Colón en su segundo viaje. Es esta una de las salas más populares. Los trajes, los tapices y el soberbio caballo, constituyen un enorme atractivo para los visitantes.
La sala de paso, era el lugar donde la familia real de la isla trataba los temas
triviales, aquellos que no eran de importancia. En este espacio se puede
observar una máquina de hilar. A unos pocos metros se encuentra la capilla
privada de doña María de Toledo, a la que acudía al descender una escalera que
iba desde su habitación directamente a la capilla.
A
continuación, la Sala de la familia donde se reunía la familia real a tratar
temas más serios y personales.
En
esta reunión solo participaba la familia, a diferencia de la Sala de paso,
donde estaban presentes los miembros de la corte.
Le
sigue el Antedespacho de don Luis Colón, y doña
María de Toledo y más adelante la recámara de don Luis Colón. Una cama
renacentista, adornada con el escudo de la familia Colón. Una pintura sobre tabla,
de estilo flamenco, que representa la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén,
constituye el mobiliario de la alcoba.
A
mano derecha se encuentra el Comedor de las doncellas. Como es sabido, la corte
de doña María de Toledo constaba de 30 doncellas o damas de compañía. En
realidad se trata de una representación.
En
la vitrina próxima al comedor reposan los platos de color metálico, la cerámica
de Talavera de la Reina, una ciudad de España, que se especializaba en la
elaboración de cerámicas azules. El mobiliario es original de la época.
Unos
pasos más adelante, una representación de una cocina europea. Como es conocido,
las cocinas siempre estaban afuera de la casa, para evitar el humo provocado
por la leña. En un rincón, reposa una enorme paellera.
En
la Sala de vajillas, se encuentra una colección de vajillas realizadas para
conmemorar el cincuenta aniversario de la fundación del museo.
A
seguidas, la Sala de prueba, un lugar donde los esclavos debían probar la
comida antes de ser servida a los amos. El recorrido en este primer piso,
concluye en el Comedor de los virreyes.
En
el segundo nivel
Ya
en el segundo nivel, desde el balcón del pasillo oeste, se vislumbra la pequeña
iglesia del siglo XVI, al otro lado del río Ozama, donde en principio fue
fundada la ciudad. A lo largo del pasillo, hermosos tinajones adornan el
entorno.
La
primera parada, es la habitación de doña María de Toledo. En la pieza se
observa un arca para guardar pertenencias, un reclinatorio, la cama que es de
estilo barroco, aunque ese estilo surgió después del Renacimiento, por lo que
la virreina no pudo tener una cama de este tipo, se hace una representación de
esta cama majestuosa, para dar una idea de cómo era la cama de una alta
personalidad. Cuenta con un brasero, que se utilizaba a modo de calefacción.
A
continuación, la antecámara de los virreyes, donde estos discutían sus asuntos
maritales. La adorna una pintura que data de 1530, atribuida a Fernando
Martorelli, pintor italiano, la pintura representa a la Virgen con el niño
Jesús en sus brazos. En la recámara de don Diego Colón, al igual que la de don
Luis, la cama data del siglo XVI y exhibe el escudo de la familia Colón. La
pared está adornada por una pintura sobre tabla, que representa la misa de San
Gregorio y al otro extremo, otra pintura que representa la resurrección de
Jesucristo.
Aquí
también se encuentra la Sala del descubrimiento o despacho de don Diego Colón,
desde donde eran despachados los asuntos oficiales del palacio. Adorna una de
sus paredes, una pintura sobre lienzo, que representa a Cristóbal Colón y su
hijo Diego, cuando éste era un niño. También se observa la réplica de la nave
Santa María, una pintura sobre tabla, que representa la coronación de la
Virgen, una caja fuerte. Sobresale la madera preciosa, la caoba, el nogal y
demás.
En
el segundo nivel, sobresale entre todas, el Salón de recepciones o el salón de
fiestas, llama la atención su techo artesonado, un banco que representa peleas
mitológicas entre caballeros y dragones y centauros. Hermosos calendarios,
cuadros y otros atractivos y adornos propios de la época.
La
sala de música está conformada por un arpa, una mandolina, una zanfona
renacentista o zanfonía, un instrumento que data desde el siglo XII, fue
concebido para ser tocada por dos personas, un teclado y una manivela,
completan el salón.
Según
la historia, don Diego Colón era un virtuoso. Era músico y daba conciertos en
la plaza cada fin de semana. No podía faltar la sala de lectura o biblioteca.
La
belleza del Alcázar de Don Diego, llamó tanto la atención de los contemporáneos
que fue imitado por Hernán Cortés para construir su vivienda de Cuernavaca, en México.
De
este museo depende también el Museo Juan Ponce de León que está ubicado en San
Rafael del Yuma en Higüey”.
Muralla
protectora del Palacio del Alcázar de Colón o Virreinato de Don Diego Colón.
La imagen
corresponde al 2 de abril de 1910
Dos imágenes del Alcázar de Colón: la primera corresponde al año 1935 y la segunda al año 2018.
Vista panorámica
del Alcazar de Colón
La imagen corresponde al año
1954.
Muralla
protectora del Palacio del Alcázar de Colón o Virreinato de Don Diego Colon.
Presentamos
dos imágenes de fechas distintas: la
primera es del año 1884 y la actual 2020
En ellas se observa la vista panorámica de las ruinas del Alcázar de Colón o Palacio Virreinal de Don Diego Colón.
En
esta imagen de 1891
La
Cuesta de San Diego, Alcázar de Colón y Puerta de San Diego, se puede ver el
entorno lleno de casuchas que rodeaban las abandonadas ruinas del Alcázar.
En
la foto de 1891 se observan las edificaciones antiguas a la izquierda de la
puerta y la rampa que subía al Fuerte esta fue recreada en los trabajos de
restauración hechos en 1992 para la celebración del quinto centenario del
descubrimiento de América.
Vista
del Río Ozama, desde el Palacio Virreinal de Don Diego Colón; hijo y sucesor de
Cristóbal Colón en el almirantazgo, virreinato y gobierno de las indias.
En
este lugar actualmente funciona el Museo Alcázar de Colón en Santo Domingo.
Desde
el ventanal derecho, si el visitante traza una línea visual en forma de L,
observará los puntos claves que defendieron por agua nuestro territorio:
Fortaleza Ozama, Iglesia de los Remedios, Santa Bárbara y San Francisco, hoy
convertido en ruinas.
“Diego
arregla matrimonio con una mujer extraordinaria, María De Toledo y Alba,
propietaria del palacio; nieta del Duque de Alba, sobrina del segundo duque de
Alba e hija del halconero mayor de Fernando el Católico. Fue Virreina y luego
duquesa, dueña del palacio, gobernadora de la isla y de la ciudad, en la
ausencia de su esposo”, Diego Colón.
Como
mujer noble, De Toledo llega acompañada de una corte, con cuyas damas se
paseaba por los caminos de la Ciudad Colonial, en honor a ellas lleva el nombre
la calle Las Damas. Les promete casarlas
con hombres importantes de aquí, promesa que más tarde las convierte en las
señoras de muchas de las casas importantes que hay en la urbe Primada de
América.
“Esta
mujer de virtud primero vivió en el segundo piso de la Fortaleza Ozama, luego
en lo que hoy es la Casa del Cordón, ubicada en la calle Isabel La Católica y
finalmente en esta casa que es la del virreinato”.
La
virreina dio a luz a todos sus hijos aquí, Luis fue su primogénito quien, igual
que su padre, se caracterizó por ser un hombre de conducta reprochable, al
punto de ser condenado por polígamo, lo que provocó su destierro hacia Orán,
África. La corona española llama a Don Diego a rendir cuentas de sus actos y su
esposa se queda frente del mando.
“A
la muerte de Diego Colón, ella continúa los pleitos colombinos y asegura para
sus hijos el ducado de Veragua y rentas anuales para cada uno de ellos. Una
madre extraordinaria que veló por el futuro de sus hijos”.
A
esta duquesa le cabe el mérito de traer, durante un viaje de retorno desde
España, en su camarote, los restos de Cristóbal Colón y Diego Colón para
enterrarlos en la Catedral de Santo Domingo. Asimismo, de su humildad habla su
testamento, en que pide que a su muerte sea enterrada debajo de ambos, pues
entendía que carecía de méritos para yacer de igual manera que ellos, enfatiza.
“El
terreno en el que hoy está el Vertedero de Duquesa, fue propiedad de ella”.
El Museo Alcázar de Colón actualmente año 2020, es el museo más visitado de la República Dominicana.
Importancia
del Museo Alcázar de Colón
En
la actualidad la importancia del museo Alcázar de Colón radica en la misión de
investigar y conservar la memoria histórica relacionada con el periodo
Virreinal en la República Dominicana, para poder orientar a los dominicanos y
extranjeros sobre la importancia histórica de este museo y los recuerdos que
yacen en sus cimientos.
Horarios de visitas al Alcázar es de martes a sábado desde las 9:00 a.m, hasta las 5:00 p.m y los
domingos abre de 9:00 a.m. hasta las
4:00 pm.
Casi
20 mil personas visitan el Alcázar cada
mes y deben pagar entre 20 y 50 pesos por la entrada al monumento, niños con
menos de 8 años no pagan.
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