Historia del Río Ozama: Las Murallas próximo al Río Ozama (Capítulo X)
Parte de la
ciudad y sus murallas próximo al Río Ozama
Cuando la ciudad
primitiva (fundada por Bartolomé Colón en la ribera oriental del río Ozama) fue
destruida por un huracán, el gobernador Nicolás de Ovando la reconstruyó al otro
lado del río y la rodeó de un recinto amurallado para defenderla de los ataques
de piratas en la desembocadura del Río Ozama
con el mar Caribe.
Las murallas de
la ciudad de Santo Domingo, asomándose a la Ría del Ozama, fueron las primeras
que se construyeron para proteger y salvaguardar los palacios edificados por
los señores que tenían la representación de los más altos cargos políticos y
militares de la Corona. Como en otros países del mundo se construyó con dos
propósitos básicos: primero, mantener el control de entrada y salida de la ciudad
y segundo, y más importante, con la intención de proteger la ciudad colonial de
los ataques de los piratas que durante los siglos XV y XVI eran muy constantes
en toda el área del Nuevo Mundo.
La otra sección
de la muralla inicia donde esta termina en la calle Juan Parra Alba con avenida
del Puerto, y sigue a todo lo largo de la citada vía, tomando el Malecón de
Santo Domingo. Este muro tiene dos puertas de acceso a la Ciudad Colonial como
lo son la Puerta de la Atarazana y la Puerta de Don Diego.
Esta muralla era
la parte más vigilada de la isla ya que daba acceso directo a toda la ciudad
por el mar Caribe y el río Ozama.
La mejor vista de la muralla se obtiene desde el Puerto de cruceros Sans Souci, construida en piedra coralina, y rodeando la explanada donde se edificó la Fortaleza Ozama durante los años 1502-1507.
Esta muralla en
su época de esplendor tenía una serie de diferentes torres de vigilancias para
poder visualizar cualquier navío o embarcación lo más lejos posible mar
adentro. Tenían además baluartes equipados con numerosos cañones, y hasta seis
puertas para entrar y salir de la ciudad.
Inicia con el
Fuerte del Ángulo y luego siguen una hilera de fuertes (San Diego, El
invencible, Fortaleza Ozama, San José, y el Fuerte San Gil) que se extienden a
todo lo largo de la costa hasta llegar a la otra parte de la muralla.
Las murallas de
la ciudad de Santo Domingo se iniciaron en las primeras décadas del siglo XVl.
El proceso de construcción duró dos siglos, con interrupciones de largos períodos
de tiempo.
Están reforzadas
por fortines localizados estratégicamente a lo largo de los lienzos.
Estas murallas
fueron diseñadas o intervenidas por notables ingenieros militares, en las
distintas épocas.
Estos fueron:
Juan de Rabee,
Bautista Antonelli, Rodrigo de Liendo, Juan Bautista Ruggiero y su maestro
constructor Marcos de Cáceres.
Fortificaciones y
murallas para proteger a Santo Domingo
Las
fortificaciones de la ciudad de Santo Domingo se desarrollaron en varias
etapas, empezando por la construcción de la Fortaleza de Santo Domingo, la que
se comenzó a levantarse en 1502.
El alarife de la
Torre del Homenaje fue Juan de Rabee.
La segunda etapa
comenzó en 1543 y se extendió por doscientos años. El maestro Rodrigo de Liendo
había empezado, en ese mismo año, las obras de amurallamiento de la ciudad.
Más adelante el
maestro de las obras de la catedral, Luis de Moya, recibió el encargo de
intervenir en las defensas de la fortaleza, ante las amenazas de los piratas
franceses, protegidos por Francisco I, con quien repartían el botín, dedicados
a asaltar los navíos hispanos cargados de oro.
En la actualidad
la Avenida del Puerto Francisco Alberto Caamaño Deñó es una extensión vial
importante que conecta la avenida del malecón de Santo Domingo con el río Ozama
y con los sectores populares asentados en la parte norte de la ribera
occidental del río ubicado desde el puente Duarte hasta el puente de los Minas;
y también conecta con la parte oriental de Santo Domingo cruzando el puente
flotante, llegando a Villa Duarte, la zona de San Souci y del Faro a Colón.
En este
emplazamiento se conserva la muralla original del siglo XVI con sus dos
baterías de tiro, (construida por Rodrigo de Liendo), el portal de San Diego,
con sus escudos y blasones, los vestigios arqueológicos de las aduanillas
coloniales, junto al fuerte de La Carena o El Fuertecillo, el árbol centenario
de La Ceiba y un poco más adelante la fuente de Colón; pero también el lugar
portuario conserva de la era moderna las naves de depósitos originales del
puerto Ciudad Trujillo, las escalinatas que conectan la avenida con la calle el
Conde (diseño del arquitecto Guillermo González), el edificio administrativo y
de la comandancia, y la muralla gris de hormigón armado.
A finales de ese
siglo XVI ya estaban construidas la Puerta de la Misericordia, la primera Puerta
del Conde, llamada entonces Puerta Cerrada y la Puerta de Lemba al Oeste.
En 1564 se
completó el lienzo de la muralla desde la Fortaleza al mar. En 1548 se
construyó una fortaleza a la altura del colegio de Gorgón.
Juan Bautista
Antonelli llegó a Santo Domingo en 1614, con el encargo del Consejo de Indias
para hacer en la ciudad, una trinchera de tapias gruesas con baluartes, y en la
boca del puerto un castillo con una plataforma baja.
Antonelli
confeccionó un modelo de barro y trazó un proyecto de las fortificaciones de la
ciudad y el puerto.
Después del
ataque de los piratas ingleses Penn y Venables, en 1655, los que desembarcaron
por Haina y avanzaron hacia Santo Domingo, allí
fueron detenidos antes de que penetraran en la ciudad. Dicen las
crónicas que, estando acampados esa noche, víspera de su planeada invasión a la
ciudad, fueron sorprendidos por el rumor de multitud de pasos; atemorizados,
emprendieron una atropellada huida, sin percatarse que el ruido era provocado
por una multitud de cangrejos de camino al mar.
El Conde de
Peñalba emprendió otras obras de fortificación. Se levantó la plataforma cerca
de la Fortaleza para defender la entrada del río.
En 1673 llegó a
la ciudad Juan Bautista Ruggero, experto ingeniero militar italiano, quien
efectúo un nuevo proyecto de fortificaciones. Su ayudante, el maestro Marcos de
Cáceres, empezó las obras construyendo el baluarte de la Concepción.
A finales del
siglo XVll se levantaron las fortificaciones en el lado norte de la ciudad, con
sus fuertes de La Caridad, San Lázaro, San Miguel, San Francisco, San Antón y
Santa Bárbara.
Fuertes y
fortines
A lo largo de la
ría del Ozama se construyeron una serie de fuertes y fortines, por considerarse
la parte más peligrosa y vulnerable, partiendo de las baterías del fuerte de
Santiago, además de la plataforma de tiro de la Fortaleza.
Fuerte de San
Diego
Alrededor de la Puerta de San Diego se encuentra el fuerte del mismo nombre que servía de defensa contra los ataques que se hicieran a la ciudad. Las bases de este fuerte llegaban a la orilla del río Ozama y sus altas murallas y aspilleras indican que este fue el principal punto de defensa del río.
Fuerte el
Invencible
Construido en el
siglo XVII. Está ubicado en la parte posterior de la casa del Mayorazgo de los
Dávila y forma parte de la defensa del río. Tiene unas doce troneras para
reubicar los cañones. Desde un principio fue ubicado en la parte posterior de
la casa de los Dávila, cuya familia lo construyó. En la actualidad se conserva
en buen estado y tiene 4 cañones.
Para auxiliar en
la defensa se contaba con las baterías colocadas en la parte amurallada del
Alcázar de Colon. También se levantó una batería llamada del Ángulo en el
extremo oriental del frente norte, que descendía al río directamente desde el
baluarte de Santa Bárbara, en dirección sur.
Fortaleza Ozama
Es la primera
construcción militar de la ciudad, terminada en 1507 en la calle Las Damas. En
el patio se encuentra el aljibe y el polvorín original. Tiene una impresionante
plataforma de tiro, mirando hacia el mar y el río, la cual se encuentra
abandonada, y los cañones tirados en el suelo. Está rodeada por una muralla de
hormigón construida durante la dictadura de 1930 a 1961.
Fue consolidado
en 1991 como parte del rescate de la muralla del lado este. Ubicado en la
avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó, esquina Juan Parra Alba.
Muralla Fortaleza
Ozama
Imágenes
1942-2018.
La muralla de la
Fortaleza Ozama, muro o muralla de Trujillo en la "era", fue
construida en 1937, a propósito de los trabajos para la construcción de la avenida
del Puerto (hoy avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó) y el Puerto de Santo
Domingo.
La imponente
muralla gris de hormigón armado bordea la parte sur de la histórica Fortaleza
Ozama, edificación colonial construida entre 1502 y 1508, durante la administración
del gobernador Nicolás de Ovando.
El 15 de agosto
de 1938, cuando se cumplía el segundo cuatreño del dictador Trujillo, quedó
inaugurado el "Puerto de Ciudad Trujillo", como originalmente se
llamó, y la Avenida del Puerto, tramo llamado como "US Marine Corp",
para el cual tuvieron que ensanchar la zona que serviría para la vía, así como
el dragado del río Ozama.
Debates se han
suscitado entre historiadores y urbanistas, algunos pidiendo la demolición de
la muralla, y otros pidiendo su preservación como elemento arquitectónico de
carácter histórico.
Uno de los
historiadores que piden el derribo está es Bernardo Vega, quien envió al
Ministro de Cultura (2011) José Rafael Lantigua una carta solicitando su
derribo.
Por otro lado, el
doctor con PHD en arquitectura, Esteban Prieto, se opone al derribo, alegando
que es un aporte arquitectónico e histórico que hay que preservar, por ser
parte del puerto que se construyó en la década del 1930.
Dice, que quitar
esa muralla arrabalizaría esa franja, que entró otras utilidades, también es
estética.
Se puede observar que la muralla aún no estaba construida. Al fondo a la izquierda, parcialmente, el Alcázar de Colón.
Fuerte San Gil
Ubicado en el
Malecón, donde termina la calle palo Hincado. Fue edificado como Torreón para
1568 y se desplomó el 29 de mayo de 1887 por efecto de las olas. Ha sido
reconstruido nuevamente atendiendo a criterios paisajísticos más que
históricos. Está formado por un polígono de tres lados y dos caras con dos
cañones. En la actualidad es residencia de indigentes.
Todavía en la
actualidad la muralla se mantiene en buen estado en algunos puntos. En otros
sin embargo se encuentra abandonada y con hierbas y matas creciendo desde su
interior, que es una clara señal de deterioro.
Para la
edificación de los asentamientos y de edificaciones sociales utilizaron piedra caliza o coralina muy abundante en la zona costera del sur. También hay
yacimientos de importancia en la parte norte, como en la provincia de Samaná,
en Gaspar Hernández y la Cordillera Septentrional. Esta piedra se formó en los
lechos marinos del período del Pleistoceno a partir de fósiles.
Para el próximo
lunes 18 de enero de 2021 publicaré el Alcázar de Don Diego Colón, monumento cercano a la desembocadura del
río Ozama.
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