Historia del Río Ozama: La Fortaleza Ozama lleva ese nombre en Honor al Río Ozama (Capítulo IX, 3-3)
En esta fortaleza se libró un duro combate en abril de 1965.
Después de intensos combates, se conoce de una vía de acceso a la Fortaleza Ozama, con la que se podría producir un ataque sorpresa que haría caer la plaza. La ruta era por una ventana del instituto Cartográfico que daba acceso a un salón dentro de la Fortaleza.
En momentos en
que se iniciaba el avance, se escucha por la emisora rebelde recién salida al
aire, que “la Fortaleza Ozama ya había caído en manos de los constitucionalistas”.
Solo minutos después, la misma fue atacada por los aviones de San Isidro, causando aún más daño que los recibidos en todas las horas anteriores de combate y debilitando más a sus ocupantes, Poco después fue infiltrada por la vía identificada y tomada la fortaleza Ozama, con poca resistencia desde su interior.
Fueron hechos
prisioneros más de 300 policías. Fue tomada la fortaleza del Ozama en donde se
encontraba la odiada Policía Nacional, en su versión de los cascos blancos.
Otros tantos
habían estado huyendo y desertando por el rio Ozama. El combate, como todos los
anteriores, contó con miles de civiles que ya se habían convertido en
combatientes y daban apoyo a los rebeldes. Esta masa invadió las instalaciones
de la Fortaleza Ozama.
En su interior
habían heridos, policías refugiados en salones,
pues habían dejado de combatir y algunos muertos. Se dispuso la atención
a los heridos, respeto, atención y ubicación adecuada a los prisioneros, mucho de
los cuales se pasaron a las filas rebeldes.
Resultó que en la
fortaleza Ozama no solo había un inmenso arsenal de la Policía, de las más de
1,500 carabinas San Cristóbal y decenas de miles de municiones, sino otro
arsenal igualmente grande de la Marina de Guerra, compuesto por fusiles y cañones,
miles de municiones y obuses de estas armas pesadas.
La Fortaleza era usada como un centro de tortura en la época trujillista, pero también fue usada por los norteamericanos para trancar a quienes se sublevaban a su ocupación de 1916-1924.
La imagen muestra
el poeta Fabio Fiallo prisionero en la Fortaleza Ozama, durante la ocupación
militar americana.
La dictadura de Trujillo se inició en 1930, seis años después de la desocupación americana del territorio dominicano.
Los Estados
Unidos desembarcaron en la República Dominicana en el 1916 e instauraron un
gobierno militar que impuso un conjunto de cambios económicos, culturales,
políticos y administrativos.
Entre las
reformas administrativas estuvo el cambio en el sistema carcelario dominicano
por lo que, al Trujillo ascender a la primera magistratura el 16 de agosto de
1930, encontró en funcionamiento la cárcel que desde mucho antes existía en la
Fortaleza Ozama de la ciudad capital
En esta Fortaleza
ha quedado establecido en los documentos oficiales y en testimonios de los que
sufrieron humillaciones y torturas en esos presidios en los primeros períodos
de gobierno de Trujillo, entre ellos el doctor Juan Isidro Jiménez Grullón y el
profesor Juan Bosch.
Juan Bosch
detalló en uno de sus escritos los problemas en lo que se vio envuelto entre
1933 y 1934, cuando fue confinado en las referidas prisiones:
“Lo que calificó de rebelión ocurrió en los momentos en que se llevaba a cabo en el patio de la cárcel, de la Fortaleza Ozama, una revista de presos, y al parecer eso disgustó a las autoridades militares, las cuales me castigaron con el traslado a una celda de la Torre del Homenaje desde la cual veía sólo el río Ozama. La celda se abría por fuera y sólo para llevarme dos comidas al día.
Allí no había
cama ni mesa ni lavamanos ni sábana ni almohada. Junto con la comida me
llevaban un jarrito de agua y me la arreglé para lavarme la cara y las manos
con la mitad de un jarrito, y como me llevaban dos jarritos al día, lo que
bebía diariamente era jarrito y medio cada día”.
Así eran las
celdas de “la Torre del Homenaje” en 1933, tal y como lo contó Juan Bosch en el
texto que redactó a requerimiento del historiador Bernardo Vega y que fechó el
29 de agosto de 1986, explicando la forma en que fue implicado en el estallido
de una bomba de fabricación casera en el cementerio de la avenida Independencia
y los maltratos recibidos durante su prisión en la Fortaleza Ozama y en la
Penitenciaría Nacional de Nigua. (Véase a Bernardo Vega, “Juan Bosch narra
sobre su experiencia en una prisión en 1934”, Hoy, 16 de julio 2007).
Desde la
Fortaleza Ozama, el profesor Bosch fue sacado y llevado a la cárcel de Nigua,
recinto carcelario tenido desde la época de la ocupación norteamericana como
principal sede penitenciaria del país. En aquellos días se convirtió en
práctica cotidiana, especialmente a partir del primer período de gobierno de
Rafael Leonidas Trujillo (1930-1934), que a Nigua fueran llevados, para ser
interrogados aplicando métodos de torturas que muchas veces llevaban a la
muerte, a los considerados como presos políticos, y a otros implicados en
situaciones consideradas graves, de los que las autoridades militares querían
obtener alguna confección o para infringirles excesivos castigos.
Los presos eran
movidos de una cárcel a otra dependiendo de los intereses del dictador, los que
incluían el trabajo forzado en predios agrícolas del mandatario, sus familiares
y altos oficiales de las Fuerzas Armadas, con el fin de obtener beneficios
económicos.
El edificio de la
fortaleza, ubicado en la margen occidental del río Ozama en la zona colonial de
la ciudad de Santo Domingo, fue construido a principios del siglo XVI durante
el gobierno de Nicolás de Ovando. Fue desde entonces el principal recinto
militar de la República Dominicana, donde funcionó por siglos el penal más
importante del país, dotado de terribles calabozos con condiciones infrahumanas
propias de la Edad Media. En ella muchos prisioneros eran castigados
introduciéndolos en pozos húmedos, en los que casi siempre encontraban la
muerte.
En sus celdas,
los presos considerados de mayor peligro y en especial los tenidos como
opositores a los gobiernos de turnos, eran sometidos a interrogatorios en las
conocidas como “las solitarias”, que se encontraban ubicadas en la llamada
“Torre del Homenaje”; pero cuando las autoridades no obtenían las confecciones
o declaraciones esperadas, entonces se decidía que los prisioneros se castigaran
con más rudeza, para lo cual, a partir del gobierno de Trujillo, los
encarcelados eran trasladados a Nigua, donde se les torturaba y sometía a
trabajos forzosos. Allí casi siempre encontraban la muerte debido a
enfermedades como la tuberculosis y la fiebre amarilla, se les asesinaban a
tiros en un cementerio que había en el lugar, o simplemente morían al momento
de ser sometidos a crueles interrogatorios.
Después de pasar
por el martirio de permanecer por meses en Nigua, algunos de los que sobrevivían
eran regresados a la Fortaleza Ozama, en la que, dependiendo de los casos, se
encerraban en las solitarias o en las celdas habilitadas para los presos
comunes en el área de “la enfermería”, que allí existía.
Los calabozos
destinados para los presos comunes permanecían abiertos durante el día: “La
enfermería no era un recinto vasto. Tenía la forma de cuadrilátero de unos 20
metros de largo por unos 10 de anchos. La altura era de unos 4 metros. (…). Las
camitas estrechas estaban distribuidas con orden, para las unas a otras.
Varias ventanas
grandes daban hacia el patio y, en el lado puesto, cuadradas ventanillas
aseguraban la circulación de la brisa. (…).Se podía caminar en el patio de la
fortaleza y a través de presos comunes de confianza, tener contactos con
familiares en el exterior.
Por otra parte,
desde la puerta de la enfermería se contemplaban el rio, el movimiento de los
barcos, los montes de la orilla opuesta”. Pero en la parte destinadas para las
solitarias, la situación era diferente:
“Desde la primera
ventana de la parte sur de “la enfermería” se podías ver la ascensión de los
presos que conducían a “solitaria”. Desde allí los reclusos eran llevados a
trabajar de manera forzada en las fincas de Trujillo, sus familiares o a las de
sus funcionarios civiles y militares. (….). Con los brazos de eso infelices se
realizaban la preparación de la tierra para las siembras, estas y las
cosechas.” Otros prisioneros eran sacados de las solitarias para ser llevados a
Nigua y ser interrogados de manera despiadada utilizando los métodos más terribles
de torturas aplicados en el país para la época. También para llevarlos a
labores agrícolas, en condiciones horribles.
Las llamadas solitarias de la Torre del Homenaje eran ocupadas principalmente por los presos que, al ingresar al recinto, todavía estaban en proceso de interrogatorio, o a los que se les quería castigar de manera ejemplar. Desde ese lugar, muchos de los detenidos eran sacados en horas de la noche y llevados a un lugar apartado de la fortaleza conocido como “el aguacatico” donde eran asesinados; en otros casos eran movidos desde “la enfermería” y llevados a “las solitarias” y si se consideraba necesario obligarlos a confesar o castigarlos por su actitud política frente al régimen, entonces se trasladaban a la terrible penitenciaria de Nigua.
La cárcel de la
fortaleza fue reestructurada y mejorada, construyéndose nuevos espacios que
fueron inaugurados el 2 de enero de 1938. En esos días también fue inaugurada,
el 15 de febrero, la muralla que se le construyó a la fortaleza del lado oriental,
a orilla del rio Ozama. La modernización a que fue sometida la edificación
abarcó nuevos espacios, como fue publicado en la Revista Militar en 1937:
“Esta obra se
extenderá sobre un área de 5940 metros cuadros. El edificio que se está
construyendo tendrá dos plantas. En la superior se dará alojamiento a la
primera de las cárceles modelos para mujeres que va a poseer la República.
Las distintas
dependencias de esta cárcel se dispondrán de acuerdo con las últimas exigencias
de la ciencia penitenciaria. (…). El departamento dedicado a cárcel para
hombres tendrá las mismas ventajas y comodidades”. (Véase Revista Militar, Ano
3, No. 26, julio 1937).
La cárcel de la
Fortaleza Ozama permaneció por más de dos décadas como tal, además de ser el
más importante recinto militar. El presidio de la fortaleza estuvo funcionando
formalmente hasta el 16 de agosto de 1952, cuando el régimen de Trujillo
inauguró la Penitenciaría Nacional de La Victoria, enclavada en el poblado del
mismo nombre próximo a la ciudad capital.
(Entre las
fuentes para este artículo se encuentran:; Bernardo Vega, “Juan Bosch narra
sobre su experiencia en una prisión en 1934”, Hoy, 16 de julio 2007; Juan
Isidro Jiménez Grullon, Una Gestapo en América. La Habana, 1946; Revista
Militar, Ano 3, No. 26, julio 1937. Las fotos pertenecen a la Colección del
Archivo General de la Nación).
Otras imágenes de la historia de la Fortaleza Ozama a través de los años transcurridos
Dos Imágenes de
la Fortaleza Ozama:
La primera
corresponde al año 1965 y la otra de 2018
La Fortaleza
Ozama durante los bombardeos y disparos a que fue sometida en la revolución
iniciada el 24 de abril de 1965, y en la actualidad.
En la imagen del
2018 y 2019, estado actual en que se encuentra después de ser remozada en la
década del 70.
La Fortaleza
Ozama era un depósito de una gran cantidad de armamentos, por lo que asaltarla y
tomar control de ella. se convirtió en un asunto estratégico.
Fue así cuando un
grupo de combatientes del lado del pueblo y la constitucionalidad, decidieron
atacarla con un tanque de guerra que habían incautado, así como con armas de
fuego, provocándole las troneras que se ven en las imágenes.
Gracias a estos
ataques pudieron conseguir el control de la fortaleza y por consiguiente de las
armas allí almacenadas.
Aquí se ven dos
imágenes de la Fortaleza Ozama:
La primera del
año 1871 y la otra del año 2018.
Aquí se ve desde
el interior de la Fortaleza Ozama en un grabado de James E. Taylor de 1871, y
en la actualidad.
El grabado de
1871 recrea al regimiento del Seíbo haciendo entrada a la Fortaleza Ozama, portando banderas con los colores de República Dominicana y Estados Unidos, en
un acto de apoyo a la anexión promovida por Buenaventura Báez.
Estos hechos se
llevaron a cabo en momentos en que el Congreso de Estados Unidos debatía si
anexaba o no a la República Dominicana.
Intento de
anexión de República Dominicana en 1869, durante los "seis años de
Báez", y a solo cuatro años de la Restauración, se firmó el tratado de
anexión de la República Dominicana a Estados Unidos, yendo a votación al
Congreso de esa nación en julio de 1871.
Después de
intensos debates a favor y en contra, el proyecto de anexión fue rechazado por
los legisladores norteamericanos, gracias a la firme oposición del senador
Charles Summer.
El proyecto no
alcanzó las dos terceras partes necesarias, quedando la votación empate a 28
votos a favor y 28 en contra. Fracasado el proyecto de anexión, Báez promovió
negociaciones para arrendar la bahía a la “Samaná Bay Company”, compañía
formada por varios capitalistas norteamericanos.
El contrato por
un término de 99 años se firmó en diciembre de 1872. Pero la crítica situación
política y económica del país desembocó en una revolución encabezada por
Ignacio María González, quien como nuevo presidente rescindió el contrato en
1874.
Dos imágenes de la Fortaleza Ozama:
La primera es del
año 1965 y la otra de 2018
La imagen del 3 de septiembre del 1965,
Francisco Alberto Caamaño Deñó renuncia a la presidencia de la República
Dominicana ante una enorme multitud que lo aclamaba en la Fortaleza Ozama,
fruto del acuerdo arribado con la mediación de la OEA y la firma del "Acta
de Reconciliación Nacional". Asume la presidencia provisionalmente Héctor
García Godoy, quien convocaría a elecciones en 9 meses.
Con este hecho se
puso fin al conflicto que la historia recoge como Guerra de Abril de 1965.
Dos imágenes de la Fortaleza Ozama:
La primera es
de1922 y la otra corresponde al año 2018.
El 12 de julio de
1924 toma posesión como Presidente de la República Horacio Vásquez, quedando
oficialmente terminada la ocupación militar estadounidense, iniciada el 29 de
noviembre de 1916.
La intervención
se hizo oficial cuando el capitán H.S. Knapp hizo pública la proclama en virtud
de la cual EEUU declaró la ocupación militar contra República Dominicana, por
orden del presidente Woodrow Wilson, quien acogió una recomendación del
Secretario de Estado, que sugería la intervención militar como la 'única
salida' a la crisis dominicana.
En la primera imagen de 1922 de la Fortaleza Ozama,
se observa ondeando la bandera de los E.U, durante la ocupación militar, la
cual sirvió de campamento militar a las tropas norteamericanas.
La imagen número dos (2), es de la época de 2018,
Dos imágenes de
la Fortaleza Ozama:
La primera
corresponde al año 1901, mientras la otra imagen es reciente del año 2018.
Vista panorámica
de la Fortaleza Ozama desde la ribera Oriental del río Ozama, antes y después
de la muralla.
Para construir
está muralla, así como la Avenida del Puerto y el Puerto de Santo Domingo, fue
preciso dragar el río en su margen occidental, ya que este llegaba hasta la
misma fortaleza, como se puede apreciar en la Imagen de 1901, provocando
derrumbes.
Esta fortaleza es
la más antigua de las construcciones hechas en América y en la isla. El
principal objetivo de esta construcción fue proteger a la ciudad de los
diversos ataques de los piratas y conquistadores ingleses, franceses y
portugueses.
Dos imágenes de
la Fortaleza Ozama:
La primera corresponde
al año 1924 y la segunda de la época actual, 2018.
El 12 de Julio de
1924, en un acto de izamiento de la
bandera dominicana en la Fortaleza Ozama, con motivo de la salida de las
fuerzas de ocupación norteamericana (1916-1924) Fortaleza Ozama.
La imagen
corresponde al año 1910.
Fortaleza Ozama
La imagen de la
postal es de 1931.
Imagen antigua de la Fortaleza
Visita turística
a la Fortaleza Ozama
La mejor forma de
llegar es caminando por la Zona Colonial. Está muy cerca de la Catedral Primada
de América.
En cuanto al horario
de apertura es de martes a domingo de 9:00 a 7:00 p.m.
El precio de la
entrada es de 200 pesos dominicanos (unos 4 euros al cambio), a principios del año 2021.
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