Historia del Río Ozama: En este río está el Mayor Patrimonio Histórico de la Rep.Dom. (Cap.V, 2-3)
El Embarcadero de
Santo Domingo en el 1871, en el rio Ozama.
“EL Embarcadero de Santo Domingo, con el árbol de Colón en el Fondo”, reza el título de ese dibujo de Taylor, de 1871. Nótese También al fondo, el llamado fuerte del ángulo o “Fuertecito”, con cañonera, que ya no existe, pues fue demolido en 1886.
Este Mercado, al
lado del Río Ozama, se convirtió en la calle La marina. Desde la Época de la
Independencia hasta 1917, según nos explica Luis Alemar en su obra “La Ciudad
De Santo Domingo”. Existieron “Pegadas a las murallas, desde la puerta de la
atarazana hasta el ángulo una infinidad de casillas sucias e indecentes,
madrigueras de contrabandistas“, y que Taylor reproduce fielmente.
Esta parte de la ribera del Ozama se conocía
también como “El Surgidero”, “Baradero”, o “Carena”, por ser aquí donde se
había calado para las embarcaciones poder descargar sus mercancías.
La exportación de
Madera fue el negocio principal, en la parte sur del país hasta finales del
siglo IXX, y en la estampa aparecen pilas de madera, al lado del rio. Inclusive
aparece el pesaje de la misma.
Tomado del Libro
Más Imágenes del Ayer, de Bernardo Vega.
El 19 de
septiembre del año 1892 llegó a este Río Ozama el mártir cubano José
Martí, en el velero Lépido.
Martí llegó a Santo
Domingo, la Ciudad Primada de América, y se hospeda en el Hotel de la calle Las
Mercedes, lugar muy concurrido por los transeúntes y ubicado en plena Ciudad
Colonial, relativamente cerca de la Catedral.
En esta capital
se reúne con el Canciller del gobierno del presidente Ulises Heureaux, conocido
como Lilis (1845-1899), y visita a sus amigos Federico Henríquez y Carvajal
(1848-1952) y su hermano el médico Francisco Henríquez y Carvajal (1859-1935),
esposo de la notable pedagoga Salomé Ureña (1850-1897), directora de la Escuela
de Señoritas, que Martí visita.
El 19 de
septiembre, Martí visitó la tumba de Cristóbal Colón, en la Catedral Primada de
América, y ante un comentario de sus amigos sobre la negativa de España a
reconocer la autenticidad de los restos del Gran Almirante, Martí dice: ´´España como siempre, negada a la evidencia´´, y con ello hizo referencia también a la
incapacidad de la metrópoli para darse cuenta de que Cuba y Puerto Rico querían
ser libres, observó.
En la noche del
20 de septiembre de 1892 le hacen una recepción a Martí en la Sociedad de
Amigos, donde ya se le conocía por sus muchos artículos publicados en la prensa
dominicana de la época y aquí tiene que hablar tres veces sobre las causas de
la guerra. Allí conoce personalmente a Manuel de Jesús Galván, ante el cual
Martí pondera una vez más la obra ´´Enriquillo´´, y dice que tal vez ese autor
está enseñando a los historiadores cómo debía escribirse la historia de
América, ´´como la novela que es´´.
Precisa que esta
concurrencia acompañó masivamente a Martí hasta el hotel de la calle Mercedes,
en el cual recoge sus pertenencias, y luego lo despide en el espigón del Río
Ozama, de donde parte en el velero Lépido rumbo a Barahona, y llega al
atardecer del día 21 .
Pintura del
paisaje de la desembocadura del río Ozama en el año 1899.
Realizado por Luis Desangles
Desangles es uno
de los precursores de las artes visuales nacionales de gran trascendencia y uno
de los más importantes artistas vinculados al florecimiento cultural del siglo
XIX, con el que emerge alcanzando una proyección que sobrepasa el
reconocimiento en su país nativo.
En República
Dominicana se le relaciona al impulso del arte dominicano por su labor
educativa en varias disciplinas artísticas, vinculándose a los esfuerzos que
emprendió la Escuela Hostosiana a favor de la enseñanza, de la multiplicación
del magisterio y del desarrollo espiritual.
Este óleo de
Desangles muestra en formato panorámico una vista de la ciudad de Santo Domingo
hacia finales del siglo XIX.
En ese momento,
la nueva pintura dominicana se centraba fundamentalmente en temas como el
paisaje histórico, el retrato, el bodegón y las escenas indigenistas; en muchos
casos en aras de realzar un sentimiento nacionalista.
Desangles también
trabajó estas temáticas de carácter romántico, movido por las ideas renovadoras
que dominaban la sociedad dominicana en esos años.
Esta obra, de la
misma serie que su tan reconocida vista de la ciudad desde Pajarito, está
elaborada sobre la tapa de un piano y se encuentra estructurada a partir de
tres planos: el primero lo define el encuentro del río Ozama y el Mar Caribe;
el segundo, una hilera de edificaciones urbanas, donde se distinguen monumentos
coloniales; y el tercero un cielo azul con nubes.
La imagen del
paisaje fluvial nos ofrece una visión extendida donde se pueden observar
paralelamente variados elementos componentes del paisaje, siendo el
protagonista el río Ozama.
Imagen del Río
Isabela en el año 1873
Se observa una
barcaza sobre el Río Isabela cruzando dos caballos, más un hombre encima de un
caballo la observa de un lado y otra
persona lo espera del otro lado y con su caballo al lado de él.
En el año 1890 el
Crucero Presidente llega al Rio Ozama y al Puerto de Santo Domingo.
La imagen muestra
al Río Ozama a principio de 1900
Dos imágenes del rio Ozama; 1907-2018
Vista parcial del
río Ozama y la Ciudad Colonial desde Villa Duarte.
En ambas imágenes
se puede observar a la izquierda el Museo de las Casas Reales, y más al centro,
la Puerta San Diego. A la derecha el Alcázar de Colón.
En la imagen de
1907, nótese el Alcázar de Colón sin techo y deteriorada (al lado del
sello postal de la imagen), condición en la que se encontraba antes de su
restauración entre 1955 y 1957 por el arquitecto español Javier Borroso, por
encargo del gobierno dominicano. En la imagen de este año, también se puede
apreciar el edificio de comandancia y aduana, que funcionaba en la entrada de
la ciudad desde el puerto (Puerta San Diego). En la imagen del 2018 nótese el
Alcázar de Colón ya restaurada y el puerto renovado y sin el asinamiento de
otros tiempos.
En la imagen se observan a varias personas cruzando el Río Ozama, en el año 1910.
La imagen
corresponde a este Cayuco donde se observan a tres caballos cruzando el Rio
Ozama.
Imagen es de
principios del siglo XX.
Fuente: Imágenes
de Nuestra Historia
El primer vuelo
en un avión se realizó en el río Ozama, el 14 de febrero del 1914
Durante el
gobierno de José Bordas Valdés, en el año 1914,
del primer avión, que aterrizó en una zona llana de Pajarito, y del
primer hidroavión.
Se tiene la
certeza, que el día 14 de febrero de 1914, se realizaron los primeros ensayos
del primer vuelo de un avión en Santo Domingo, pero el vuelo oficial se realizó
el viernes 15, ya al final de la tarde en la hermosa ciudad de Santo Domingo.
Se aglomeró una
gran cantidad de personas para presenciar el espectáculo que se realizaría a
ambos lados de la ría del Ozama.
Había
espectadores apostados en lanchas, buques de vapor y de velas, cerca del muelle
y de farallones, encima de las murallas de la capital, torres de iglesias,
balcones y azoteas, las calles y plazas, todo estaba lleno de gentes para ser
partícipes del deslumbrante espectáculo nunca visto en Santo Domingo.
Podríamos decir
que las personas que vivían en la ciudad de Santo Domingo, se olvidaban de sus
cosas cotidianas, pues por un largo tiempo la multitud se mantuvo mirando hacia
el cielo, emocionadas, observando el raudo y sereno vuelo, los aterrizajes y
despegues cual si fuese un cóndor o una golondrina el Hidroplano que era
piloteado por el aviador Frank Burnside.
Se observaba el silencio de los espectadores, mientras la máquina voladora, deslizándose con agilidad sobre la superficie del río, a flor de agua, en un gran vuelo se elevaba hasta cinco, seis y siete mil metros, emulando cualquier águila, realizando maniobras difíciles y arriesgadas. Se oían los prolongados suspiros, a todo pulmón y los vibrantes aplausos, cuando el hidroavión volvía al punto de partida y aterrizaba nueva vez. Fue unánime la ovación que hizo la multitud complacida al aviador intrépido. Un éxito rotundo había sido la breve expedición aeronáutica con sus sucesivos vuelos de altura y de evoluciones, organizada y emprendida sobre las aguas del río Ozama, vista de la Torre del Homenaje y el majestuoso Alcázar, el hidroplano despegó, realizó maniobras y aterrizo, dejando a todos asombrados.
En el año 1 914
llegaron al país los restos de del ex presidente Buenaventura Báez.
La vista capta al
Crucero Nacional "Independencia" a su llegada al Puerto de Santo
Domingo y el Rio Ozama, trayendo los restos del Ex presidente Buenaventura
Báez.
También se observa la concurrencia que asistió a los actos de la rendición de los honores correspondientes.
Entre los meses
de Agosto y Diciembre del año 1914, Ramón Báez, hijo de Buenaventura Báez, fue presidente de la
República Dominicana y ahí aprovechó las circunstancias, para traer los restos
de su padre al país desde Mayagüez, Puerto Rico.
Buenaventura
Báez, fue Presidente de la República Dominicana en cinco ocasiones y que había
regresado a la presidencia en 1876, fue depuesto por última vez en 1878,
mediante un golpe de Estado que lo envió exiliado a Puerto Rico, donde murió en
el año 1884.
La imagen
corresponde a una excursión en el rio Ozama 1914.
Para el lunes 16, publicaremos la tercera parte del Ozama un Río cargado de historias.
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