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Historia del Río Ozama: Aportes para su Rescate desde Trujillo hasta Danilo (Cap. IV, 1-2)


Vamos a ver los intentos que han realizado los gobiernos desde el 1959 hasta el 2020, para rescatar el río Ozama.


A través de sesenta y un años (61), distintos gobiernos han venido desarrollando iniciativas para solucionar esta problemática de índole social, económica y ambiental desde el año 1959 hasta ahora, octubre de 2020.



Por ejemplo en  el año 1959 se observan los primeros intentos para detener la degradación del río, que se remontan al gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo, cuando ordenó a través del Ayuntamiento del Distrito Nacional el desalojo y reubicación de los barrios La Ciénaga, Guachapita y Los Guandules,  y reubicar a los ocupantes en el sector Los Mina, sin embargo, el proyecto no llegó a materializarse, la zona siguió llenándose de casuchas sobre agua y lodo y  Sin embargo, las ocupaciones no se detuvieron.


Para la década del 70, una empresa francesa realizó un inventario de las viviendas alrededor del Río Ozama y recomendó construir una planta de tratamiento, cuyo costo rondaba los RD$100.00 millones.


El mito del  traslado de las familias de La Ciénaga y Los Guandules en los años 1977-1978, en el final de lo llamado 12 años de Balaguer.


Fue en el año 1975, luego del ciclón Eloísa, que se comenzó a hablar del traslado de las familias de La Ciénaga y Los Guandules para sacarlas de las condiciones de riesgo y además,  con la intención de proteger el Río Ozama. Se construye la urbanización “Las Caobas”, y se emite el decreto 1337 del presidente Balaguer, que ordena el traslado que finalmente se concretizó desde 1977 al 1978 a lo que es hoy Santo Domingo Oeste, según consta en un documento del padre Santiago Hirujo.


Inmediatamente, y en el plazo de un día, el Cuerpo de Ayudantes de la Presidencia, hizo el primer censo. En octubre fue chequeado y revisado. Para el 1977 se cálcula que en La Ciénaga vivían 3,548 familias, con “más de 20,000 personas”. Para trasladar a esas 3,548 familias, el gobierno dispuso la construcción de 1,500 viviendas en Las Caobas. De entrada faltaban más de dos mil viviendas para alojar a todas las familias de La Ciénaga.


En cambio, sólo entre 400 a 500, de 3,548 familias de La Ciénaga, fueron trasladadas a Las Caobas, en todas las etapas de ese desalojo. En un traslado hecho “con criterios discriminatorios e injustos, llevando a cabo un desmache”. Es decir, sacando una familia de aquí, otra de allá, otra de más allá. Sin ningún orden. Sin respetar ningún censo. Sin cumplir nada del decreto presidencial y las promesas de los funcionarios del gobierno.


En una reunión en el Palacio Nacional, una alta personalidad eclesiástica comenzó a proponer la búsqueda de una solución al problema de La Ciénaga. Y el presidente Balaguer lo cortó, secante y categórico: “Delante de mí no se puede mencionar La Ciénaga, porque yo la trasladé completa a Las Caobas, y ellos regresaron”. Verdadera o inventada, la historia revela un mito: El supuesto traslado de La Ciénaga a Las Caobas, en los años 1977‐78. Y el cacareado regreso de sus habitantes, desde las higiénicas casas de Las Caobas, a la inmundicia de La Ciénaga.


Mito repetido sin rubor, y como dogma oficial, por el propio presidente Balaguer, funcionarios y políticos, medios de comunicación, profesionales, religiosos, y, en guaguas y corrillos callejeros, por gente de todo el arcoíris nacional.


Porque los mitos se crean y se echan a correr. Y se convierten en verdades incuestionables, pese a toda la evidencia contraria. Porque los mitos no responden a la verdad de la ciencia, sino a la ciencia de los intereses.


Pero el mito de La Ciénaga desalojada  por el presidente Balaguer, tiene una segunda parte, inseparable y complementaria de la primera: la del regreso masivo a ese lugar de las 3,548 familias que la habitaban antes del desalojo de solo entre 400 y 500 de ellas. Esa es “la creencia ‐infundada o no‐” que tiene “buena parte de la ciudadanía”. Incluso, “Algunas personas en el aparato oficial de la construcción” amplían ese desalojo a Los Guandules. Y sostienen que... sus moradores (de Los Guandules y La Ciénaga) ya habían sido trasladados a un barrio modelo en Las Caobas y habían vuelto”. ¿Regresaron, en verdad, esas familias a La Ciénaga?


Un estudio de 1979 revela que los cienagueros fueron ubicados, mayoritariamente, en cuatro de las 44 manzanas que tuvo originalmente Las Caobas. Y que 25 de esas familias habían emigrado a otros lugares, para la fecha del estudio. “Contrario a lo que opinan muchos, la mayoría de esas familias no volvieron a La Ciénaga”, afirma Andrea Heyaime de Aristy, dirigente reformista, quien se atribuye el haber trabajado en el desalojo de La Ciénaga junto a Emma Balaguer de Vallejo.

El 30 de septiembre de 1979 en la gestión de gobierno de Antonio Guzmán, la Asociación de Moradores de La Ciénaga pide el desalojo de esa zona, dado que “La Ciénaga es un pantano donde merecen vivir únicamente los puercos”. Y da la cifra, poco confiable, de “más de cinco mil familias de ese lugar”. Este pedido viene después del anuncio, hecho el 11 de este mes, por el síndico del Distrito Nacional, Pedro Franco Badía, de “los planes del gobierno para trasladar a otro lugar a los habitantes de La Ciénaga”, tras el paso del huracán David y la tormenta Federico, a finales de agosto y principios de septiembre. El traslado se haría, según se dijo, “al Norte y Este de la ciudad”.


Pasó el gobierno del presidente Guzmán (1978‐1982). Y, ¿por temor a romper el mito balaguerista de una ciénaga desalojada?, dejó a los cienagueros ahí. Como excusa para otras campañas. Y para tomarlos en cuenta sólo “en los períodos electorales”.

Pasó el gobierno del presidente Jorge Blanco (1982‐1986). Y, ¿por temor a romper el mito balaguerista de una ciénaga desalojada?, dejó a los cienagueros ahí.


En 1991, el entonces presidente Balaguer emitió el decreto 358-91 que establece: “Se declaran inhabitables o no apto para fines residenciales, por razones sanitarias, o de insalubridad, los denominados barrios La Ciénaga, y Los Guandules, o sea las zonas del Distrito Nacional comprendidas entre el puente Juan Pablo Duarte y el Puente Francisco del Rosario Sánchez”.

 

El mismo decreto, en su artículo 2 encarga a la entonces Marina de Guerra de impedir la construcción o mejoramiento de viviendas.

 

En el año 1992 el entonces presidente Joaquín Balaguer lanzó el proyecto de rescate al río Ozama, denominado  Programa de Rescate Social, Urbano y Ecológico (Resure), desde entonces, decenas de proyectos se han anunciado sin que ninguno haya dado solución a la contaminación imperante en el cuarto río más importante de la República Dominicana.


En el año 1993 se emitió el Decreto para la creación del Cinturón Verde de Santo Domingo, con el objetivo de salvaguardar los ríos Ozama, Haina e Isabela del proceso de urbanización intensiva.


En el año 1994 el mismo Balaguer emite el decreto 76-94 mediante el cual declara de alto interés nacional el “Plan de Acción Coordinada Interinstitucional para la Reestructuración Social, Urbana y Ecológica de los Barrios Marginados que Rodean los Ríos Ozama e Isabela que incluía además, La Zurza, Capotillo, Simón Bolívar, Gualey , La Ciénaga y Los Guandules.


Otro proyecto fue creado durante la primera administración Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana, Se trató del Plan Resure que diseñó el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos bajo la dirección de Mercedes Sabater de Macarrulla.


La primera etapa comprendía el desalojo y reubicación, hacia San Luis, de unas tres mil familias de los barrios La Ciénaga y Los Guandules, así como la construcción de una avenida en la ribera occidental, con una inversión estimada en US$200 millones. Asimismo, contemplaba la construcción de edificios desde el puente Juan Bosch hasta el Francisco del Rosario Sánchez y un parque.


Contemplaba además la construcción de  una Avenida ecológica, que sería la continuación de la avenida Del Puerto, la cual se convertiría en un muro de contención del Ozama.


De acuerdo con Onofre Rojas, director ejecutivo de la Comisión para el rescate de los Ríos Ozama e Isabela se trató de un gran plan que llegó a concretizar algunos componentes y para el nuevo proyecto se ha tomado en cuenta ese proyecto.


“Era un gran plan integral en el que se contemplaba la reestructuración de esos barrios y ese Plan Resure ha sido la base para múltiples iniciativas. Algunos proyectos o puntuales se ejecutaron como la escuela de La Ciénaga y la parroquia, la rehabilitación de la cañada de Bonavides”. También la planta de tratamiento La Ciénaga- Guachupita.



Luego en el año 2000 se presentó otro estudio sobre las condiciones del río,  esta vez por  la Autoridad Portuaria Dominicana (APD), que  informó que sanear el rio Ozama costaría alrededor de US$350 millones.


En abril del  año 2000, la institución anunció la ejecución de un programa de rescate, en coordinación con la Autoridad Portuaria de Livorno, Italia, la cual se comprometió a realizar una inversión inicial de US$20.0 millones para dragar los muelles del Puerto de Santo Domingo, y la construcción de alcantarillados y plantas de tratamiento. No obstante, el proyecto no prosperó luego que el Congreso objetara el endeudamiento para su ejecución, como más adelante ocurriría con otro proyecto presentado por la misma empresa.

En el gobierno de Hipólito Mejía, en 2002, se habló de un proyecto de desarrollo urbano y turístico en la margen del Ozama, que coincide con la propuesta de desarrollar más de dos mil ( 2,000) viviendas y un centro de negocios como parte del proyecto San Souci que ejecuta el Grupo Inicia, antiguo Vicini, por un monto superior a los US$1,000 millones, en San Souci.


En abril de ese mismo año 2000, la institución anunció la ejecución de un programa de rescate, en coordinación con la Autoridad Portuaria de Livorno, Italia, la cual se comprometió a realizar una inversión inicial de US$20.0 millones para dragar los muelles del puerto de Santo Domingo, y la construcción de alcantarillados y plantas de tratamiento. No obstante, el proyecto no prosperó luego que el Congreso objetara el endeudamiento para su ejecución, como más adelante ocurriría con otro proyecto presentado por la misma empresa.

Es desde Ciudad Alternativa que el 2004 surge el primer proyecto de desarrollo urbano del sector Domingo Savio, con visión no oficialista conocido como La Ciénaga y Los Guandules. Se llamó “Plan Cigua”, un proyecto coordinado por el arquitecto urbanista Andrés Navarro.


Se trató de una propuesta de desarrollo urbano integral para ejecutarse a largo plazo y que más tarde cumplió una parte mínima de las propuestas.


En el año 2005, durante el segundo periodo de Gobierno de Leonel Fernández volvió a salir al tapete el proyecto Resure y volvieron a anunciarse una serie de medidas para rescatar los márgenes del río Ozama y las miles de familias que allí residían.


Ese mismo año director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), Diandino Peña, anunció la construcción de una avenida de seis carriles, que anunció en el margen del río Ozama y que sería la continuación de la avenida Del Puerto.


La vía  tendría un ancho 40 metros, con un espacio entre la vía y el río de unos 12 ó 15 metros para construir parques y embarcaderos.


Esta vez parecería que el proyecto no quedaría en papeles ya que se dieron los primeros pasos para la construcción de la avenida que prometía ser una solución a la problemática.


Dos años más  tarde  2006, se crea el Plan Indicativo Zona Metropolitana con el auspicio del Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (Conau), los Fondos Europeos de Desarrollo (ONFED), Consejo Nacional de Reforma del Estado (Conare) y Programa de Apoyo a la Reforma y Modernización del Estado (PARME).


Entre otros aspectos, el Plan contenía programas como: la Regularización de la tenencia de la tierra, saneamiento físico-ambiental y desarrollo ecológico, reestructuración vial y regularización del tránsito, transporte terrestre y por los ríos, energía y alumbrado público, capacitación laboral, salud y nutrición, deportes, mejoramiento y renovación habitacional y prevención mitigación y mitigación de contingencias.


Parte del programa se cumplió, como la construcción de la planta de tratamiento Guachupita, la Ciénaga, y otros el tiempo los dejó en el olvido.


La Alcaldía del Distrito en la gestión de Roberto Salcedo instaló una estación de bomberos, un parque “Canquiña”, asfaltó algunas calles y participó en la instalación de una casa comunitaria.

En agosto del 2008 los alcaldes del Distrito Nacional y Santo Domingo Este, Roberto Salcedo y Juan de los Santos se reunieron con el entonces jefe de la Marina de Guerra, Julio César Ventura Bayonet, para buscar soluciones al grave problema de contaminación de los ríos Ozama e Isabela.


Al final de la reunión acordaron iniciar una serie de investigaciones para determinar la gravedad de la situación. Salcedo indicó que antes de que esos estudios concluyan, los Ayuntamientos del Distrito Nacional, Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte, con el apoyo de la Marina de Guerra, avanzarían en la recuperación y saneamiento de los afluentes.


Casi un año después, en julio del 2009, los  tres ayuntamientos, asistidos por la Marina de Guerra y residentes de comunidades aledañas, recogieron la basura, podaron la hierba y limpiaron desechos sólidos que se encontraban a orillas de los ríos Ozama e Isabela, lo que denominaron “el inicio del rescate y adecuación de los márgenes de ambos ríos”.


En agosto del 2009, por cuarta vez en 20 años volvió a sacarse de las gavetas el proyecto Resure, el  entonces presidente del Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (Conau), Joaquín Gerónimo, anunció que una primera fase del proyecto liberaría la margen del río Ozama desde el Puente Duarte hasta el Puente de Sánchez (el de la 17). Gerónimo confiaba en que antes de diciembre del 2009, se habrían reunido unos US$200 millones necesarios para ejecutar este proyecto, que contemplaba construir entre 10,000 y 12,000 viviendas en San Luis.


En el año 2011, una vez más los ayuntamientos, la Marina de Guerra, los Ministerios de Salud Pública y de Medio Ambiente y otras instituciones estatales ejecutaron una jornada de limpieza y saneamiento de cañadas, así como la ribera del río Ozama desde el puente flotante hasta el sector Villa Liberación.

El Sector La Barquita


En septiembre de 2012, impresionado por las terribles imágenes de las inundaciones, el señor Presidente Danilo Medina visita el sector La Barquita dando inicio a este proyecto. El 14 de enero de 2013, el Presidente promulgó el Decreto Número 16-13, que declara como alta prioridad del Gobierno la readecuación de los asentamientos humanos de la barriada «La Barquita» en los sectores de Sábana Perdida y Los Mina, de la provincia de Santo Domingo, zona de influencia del rio Ozama y vulnerable a sus desbordamientos.


En el referido decreto se dispone la creación de una «Comisión para la Readecuación de La Barquita», con la misión de realizar estudios, diseños, consultas, informes técnicos y propuestas de políticas públicas, que permitan ejecutar soluciones definitivas a los factores de riesgo que afectan a las comunidades de la zona y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.


El sector La Barquita, considerado como un sub-barrio de San Lorenzo de Los Mina, ubicado en el borde del litoral este del río Ozama, en Santo Domingo Este, es un ejemplo del descontrol de la ocupación informal y acelerada del suelo.


La inexistencia de una clasificación primaria de suelo y la falta de regulaciones catastrales y territoriales han producido un estado de ilegalidad general de la propiedad, condiciones de infravivienda y hacinamiento humano y urbano sin infraestructuras de servicios básicos. Esta situación agudiza el problema de contaminación del río, siendo receptor de las aguas servidas y desechos que son vertidos directamente desde las comunidades contiguas. La construcción descontrolada sobre el borde fluvial genera un estado progresivo de degradación ambiental y eleva el estado de riesgo de las comunidades ubicadas en ella.


El nombre de La Barquita se debe a que en sus orígenes no existía puente y el medio de transporte eran pequeñas embarcaciones para trasladarse de un lado a otro en la ribera del Ozama. Según el censo realizado en los años 2009-2010 por el Ministerio de Salud Pública, La Barquita contaba  con una población de 7,677 habitantes.

En la actualidad, La Nueva Barquita cuenta con 112 edificios y 782 apartamentos en total de 68 a 76m2 cada uno. Cada apartamento cuenta con balcón, sala, comedor, cocina, área de lavado, despensa, closet de ropa blanca, y tres habitaciones. Los edificios de apartamentos cuentan con cuatro niveles; algunos con un primer nivel comercial, además de jardines, parqueos e iluminación.

Sector Nuevo Domingo Savio.


El 27 de febrero de 2017, el Gobierno anunció la construcción del proyecto Nuevo Domingo Savio que abriría los sectores de La Ciénaga y Los Guandules para conectarlos con el resto de la ciudad y hacer de ellos un ejemplo de orden, seguridad y buena convivencia comunitaria, liberando los espacios necesarios para garantizar la buena circulación, instalar alumbrado y alcantarillado sanitario, construir parques, escuelas y estancias infantiles.


El barrio Domingo Savio está ubicado en la ribera oeste del río Ozama. Está conformado por las comunidades La Ciénaga y Los Guandules. Cuenta con más de 15 mil viviendas, de las cuales 1,300 sufren directamente los embates de las lluvias e inundaciones.


El sector Domingo Savio comprende los barrios La Ciénega y Los Guandules.


Se encuentra ubicado en el lado oeste de la cuenca baja del río Ozama, entre los puentes Francisco del Rosario Sánchez y el puente Juan Bosch, próximo a los barrios populares de Gualey, María Auxiliadora y el Ensanche Espaillat.


Se trata de un proyecto que tiene como objetivo conectar el barrio Domingo Savio al resto de la ciudad y convertirlo en un ejemplo de orden, seguridad y buena convivencia comunitaria,  además de liberar la zona vulnerable a la inundación para construir una avenida al borde del río y un parque fluvial.


Nuevo Domingo Savio abarcará un área de 102,49 hectáreas, 45,15 hectáreas en la Ciénega y 57,34 en los Guandules.


Estamos hablando de un total de 1.30 kilómetros cuadrados.


El proyecto ha sido concebido en tres grandes fases de diagnósticos:


Que implica el levantamiento de las condiciones existentes en el sector. Condiciones que van desde la tipología de las edificaciones, plano de calles y callejones, análisis de movilidad de los habitantes para conocer a dónde se desplaza. 


Asimismo,se han incluido estudios sobre las condiciones socioeconómicas de los barrios La Ciénaga y Los Guandules, que describe la vida de ambos sectores desde la constitución del núcleo familiar hasta las actividades económicas a las que se dedican.


Paralelamente y en coordinación con La Alcaldía del Distrito Nacional, se ha realizado un estudio de percepción social del Mercado Municipal de Los Guandules, información que nos servirá de base para ser capaces de dar una respuesta efectiva y poder lanzar la licitación de diseño y construcción del nuevo mercado en las condiciones de salubridad y seguridad necesarias.


Esta primera fase concluyó en el pasado mes de agosto de este año (2017).


Fase de Ejecución de la Obra: que implica la intervención física del sector con la liberación de los espacios para garantizar la buena circulación; liberar la zona vulnerable de inundación para construir la avenida del borde del río y un parque fluvial y luego proceder a la ampliación de calles dentro de un nuevo trazado vial con un nuevo arbolado, un correcto cableado, alumbrado público, alcantarillado sanitario, red de suministro de agua, sistema de video vigilancia del sistema 911 y la construcción de parques, escuelas y estancias infantiles.


Esta fase está pautada a iniciarse a principios del 2018.


1,400 familias se sacarán de zona de riesgo de inundación residentes en el borde del río Ozama y sobre las cañadas, viviendas que están constantemente amenazadas por inundaciones.


Tres kilómetros tendrá la avenida perimetral Paseo del Río que se construirá en la ladera oeste del río Ozama y que conectará los sectores con la Ciudad Colonial y con las estaciones del Metro y del Teleférico de Santo Domingo, localizadas en la cabecera del puente Francisco del Rosario Sánchez (La 17).


Construcción de escuelas de educación primaria y secundaria. Estancias infantiles.


En este proceso hay que destacar la colaboración de la Comisión Presidencial de los Río Ozama e Isabela y la participación de todas las instituciones y organizaciones que en ella participan, a través de las cuales hemos podido socializar e interactuar con la comunidad.


Viven cerca de 15 mil familias. El Gobierno tiene previsto el traslado de mil 400 que residen  en  la ribera del río Ozama, donde el afluente inunda muchas de las casas ubicadas en el lugar durante la temporada de huracanes.


De acuerdo con la Unidad para la Readecuación de la Barquita y Entorno(URBE), hasta el 22 de este mes de marzo de 2020, de las 1,418 viviendas deshabilitadas o desalojadas han sido trasladadas 1,299 familias y 101 locales comerciales.


Todavía, a la fecha de esta publicación, octubre de 2020, no se trabaja en los lugares donde van obras como escuelas, estancias infantiles y otras, pero el lugar donde serán edificadas ya está ubicado.


La Urbe también tuvo a cargo el proyecto «Nueva Barquita», que albergó a residentes de la Vieja Barquita, ubicada en la orilla de dicho afluente, en el sector Los Mina, en Santo Domingo Este.


Para el lunes 26 de octubre publicaré la otra parte, que corresponde a más acciones de los sectores privados para intentar salvar el Río Ozama.     

 

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