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Historia del Río Ozama: Causa de su Contaminación (Capítulo III,1-2)


Contaminación del Río Ozama

 

Río Ozama

 

El Río Ozama se localiza en República Dominicana, se origina en la Loma Siete Cabezas, que está en la Sierra de Yamasá, termina su recorrido en el mar Caribe.

 

Este majestuoso río Ozama  es de gran importancia para el país, debido a su profundidad es considerado el cuarto río más grande de la República Dominicana. pero también ocupa el lugar número uno en contaminación.

El Ozama inicia limpio su turbio recorrido

 

Escondido bajo la espesa vegetación de la Loma Siete Pico, donde surge como un pequeño manantial, el río Ozama mantiene la pureza y encanto de un recién nacido.


La transparencia y el zumbido de sus aguas son una provocativa invitación a sumergirse y olvidar de plano la pestilencia y suciedad que le acompañan en el último tramo de su recorrido de 142 kilómetros, desde el municipio de Peralvillo, en Monte Plata, hasta su desembocadura en el Mar Caribe, en Santo Domingo.

 

Pero el Río Verde, como se conoce en su nacimiento al Ozama, no llega muy lejos para enfrentarse a la agresión constante que lo convierte en uno de los más contaminados del país.

 

Apenas un par de kilómetros, justo donde mezcla sus aguas con las del Arroyo Rancho, comparte su lecho con una finca para ganado, cuyo propietario cerró incluso dentro del afluente para evitar que sus reses, cuando bajan a beber, salgan de la propiedad.

 

Aguas abajo, luego de unirse al Arroyo Bonito, el Ozama empieza a oscurecer sus aguas, y más de uno de los moradores del lugar lo atribuye a las prácticas de sacar arena y lavar vehículos, dentro del afluente, justo en el lugar conocido como el Badén, de la Gina. "Aquí las personas vienen de la ciudad y tiran sus basuras, y la gente cría cerdos y los desperdicios van al río.

 

Lo han destruido, ya ni se pesca, porque la contaminación mató los peces", expresa Ramón Cruz, residente de Peralvillo.

 

El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de ese entonces Jaime David F. Mirabal, atribuye los problemas en la cuenca alta del río, a la deforestación que se mantiene en la zona.

 

"Ahí tenemos una gran amenaza, y es que con la repartición de la tierra del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) la gente no ha querido preservar el bosque y lo dedica a la ganadería o conuquismo y tenemos que estar en permanente lucha para evitar mayor degradación".

 

En  su  cuenca  media  el  Ozama  tiene  los  humedales, convertidos en parque en un esfuerzo de las autoridades para salvarlos de las prácticas del conuquismo y la expropiación que hacían terceros en esas tierras, según el propio ministro de Medio Ambiente.

 

"Una de las formas que tiene el Ozama de mantenerse vivo y salvarse es a través de sus humedales, porque en ellos se desarrolla una vegetación palustre, que va absorbiendo todo tipo de contaminación y al pasar por todos estos humedales, el río se limpia, se filtra y llega con un poquito de vida, y muere nuevamente al llegar a la ciudad, porque allí la cantidad de contaminante es muy superior a su capacidad de dilución", expone.


El arquitecto urbanista, Erick Dorrejo, identifica cuatro puntos críticos en la parte baja del afluente:

 

En primer lugar señala la desembocadura del río, en Sans Souci, debido a que todos los residuos vertidos llegan hasta ese punto por la corriente que los arrastra.

 

Luego está la zona debajo de los puentes Juan Bosch, Duarte y el de la Bicicleta, por la gran cantidad de personas que viven en condiciones precarias y que utiliza el río como desagüe de sus viviendas, según detalla.

 

A este le sigue el lugar conocido como La Cañada del Diablo, por el desagüe de líquidos tóxicos industriales y el último que menciona corresponde a La Zurza, justo al lado de la antigua Cementera, debido al depósito de chatarras que existe en el lugar.

 

El cauce del río una vez entra a la urbe asimila los golpes de las aguas residuales de los mataderos, desechos industriales en forma de químicos, aceites y ácidos.

Uno de los afluentes del Ozama es el río Isabela, uno de lo más contaminados del país, toda esta agua llega al Ozama y eleva su nivel de contaminación, este trae aguas negras, desperdicios de los mataderos que se encuentran en sus riberas, desechos industriales tales como; aceites, ácidos y residuos químicos.

 

En los ríos Ozama e Isabela descargan 54 cañadas y 241 empresas del Gran Santo Domingo.

 

El  10 enero 2017 el Ministerio de Medio Ambiente informa que  hay 241 empresas que vierten aguas residuales al rio Ozama, según información de Domínguez Brito, quien dice que trabaja con ellas,  como parte de un  plan de eliminar las fuentes de contaminación  de los ríos Ozama e Isabela.

 

Señaló que la mayoría de estas industrias no cumplen con las leyes ambiental y sanitaria. Dijo que hay empresas que nunca han sacado un permiso, que algunas lo obtuvieron y luego no cumplieron con los parámetros. Indicó que hay muchas pequeñas, sobre todo mataderos, que operan sin las más mínimas condiciones y que no cumplen absolutamente nada. Indicó que del primer grupo, hay empresas que están mal y se les dará un plazo para que se ajusten a la ley.

 

Los asentamientos urbanos y el desarrollo industrial en forma no ordenada en sus riberas son las causas principales de esta grave situación.

 

Las fuentes de descargas son múltiples y producen una descomposición que afecta el color, genera malos olores y altera la naturaleza de sus aguas.

 

Gran parte de la contaminación es producida por el sector industrial, siendo notables la gran cantidad  de  contaminantes  en término de DBO5, aceites, grasas, y sólidos disuelto que sobrepasan los valores normativos nacionales e internacionales.

 

Según sus características físicas, químicas y biológicas indican que existen diferentes tipos de contaminación. Fue detectada la existencia de especies planctónicas indicadoras de contaminación y la carga microbiológica es alta.

 

Cabe destacar que los impactos detectados están alterando significativamente los patrones ecológicos, la biodiversidad y las especies de camarones y peces de valor comercial se han reducido considerablemente, alterando además el paisaje.

Es importante señalar, que los barrios de sus márgenes como Las Cañitas, Gualey, Los Guandules, La Ciénaga, Hoyo de Chulín, la Zurza, La Yuca, Cristo Rey, entre otros, depositan grandes cantidades de basura en sus márgenes.

 

Existe contaminación física, química y biológica, en el río y en sus tributarios, debido a las descargas sanitarias relacionadas con el crecimiento demográfico de la ciudad de Santo Domingo, con la actividad industrial que se ha desarrollado en sus márgenes, con la deforestación y la pecuaria. Mayormente desechos industriales van al rio directamente por el sistema de alcantarillado de la CAASD.

 

En un estudio de investigación realizado en el año 2014 por la Fundación Tropigás Natural, como una contribución a la fase diagnóstica para identificar los impactos ambientales y la repercusión social del uso múltiple del río, en búsqueda de una solución integral y práctica para la recuperación de esta importante fuente fluvial se determinó:

 

Las casas marginales localizadas en las orillas del río descargan directamente sus desperdicios, y los desechos sólidos municipales también llegan al río procedente de vertederos de basuras que se localizan en la orilla.

 

A lo largo de la parte Oeste del Río Ozama existen varios asentamientos de población que viven en barrios marginales, los cuales descargan directamente al río tanto sus residuales líquidos como sólidos.

 

En la cuenca urbana del Río Ozama se producen 0.6 kg de basura por habitantes cada día, lo que significa una generación de 480 toneladas de basura, estimándose que son vertidas directamente o Indirectamente al Río Ozama aproximadamente 90,000 toneladas por año.

 

Aquí se observan grandes depósitos de basuras, las cuales van a parar al río o son arrastradas hacia el mismo por las aguas de lluvia, observándose sobre la superficie del agua grandes concentraciones de sólidos flotantes, los que son arrastrados hasta el litoral.

 

En este río ha desaparecido casi toda la vegetación en varios kilómetros a partir de la desembocadura, por lo que no se observan bosques de manglares.

 

Ello significa que tanto la flora como la fauna están seriamente afectadas, al igual que la zona litoral.

 

Los principales aportes de aguas contaminadas con residuos urbanos industriales al Río Ozama se realizan a través de la Cañada La Zurza, el Arroyo Bonavides y el Farolito.

 

Los mayores aportes de residuales industriales al Río Ozama proceden de las fábricas ubicadas en la Avenida Máximo Gómez.

En el Distrito Nacional se identificaron 181 fuentes de contaminación, de las cuales 15 fueron caracterizadas. Además, fueron evaluadas 10 alcantarillas en el Río Ozama e Isabela

 

Los  desperdicios de los principales complejos industriales desembocan en el río, y existen otros usos como el portuario, el recreativo, agropecuario, agrícola y pesquero.

 

La principal fuente contaminante por materia orgánica expresada como DBO,grasa, sólidos suspendidos y metales pesados es la Cañada de La Zurza, la cual vierte sus aguas al Río Ozama.

 

Aunque algunas industrias que cuentan con plantas de tratamiento de residuales, las mismas deben ser evaluadas con el fin de determinar su eficiencia.

Las alcantarillas San Gerónimo, La Goya, Bonavides y La Ciénaga son las que más impactos negativos producen en el Río Ozama y la zona litoral.

 

Las cañadas de la Ciénaga y Bonavides son las que mayores aportes de sólidos flotantes y aguas servidas aportan al Río Ozama.

 

Limpiar las aguas será una labor titánica, basta hacer un recorrido en lancha por los ríos Ozama e Isabela para comprobar la magnitud del problema. Niños de los barrios empobrecidos se movilizan descalzos por terrenos fangosos donde descargan las cañadas y que son aprovechados para la crianza de cerdos.

 

El experto expresó que los niveles de contaminantes deben estar entre cuatro y cinco miligramos por litros, y en la actualidad en el Ozama están por encima de los 40. En cuanto a los valores de oxígeno, dijo que están por debajo de uno, y deberían ser cinco por litro. 

EL 6 de agosto de 2020 escrito por Jorge  González, plásticos y basuras acumuladas a orilla del río Ozama amenazan la vida de la principal afluente de la capital.

 

Los vertederos improvisados de basura en algunas partes de la ribera del Ozama es una de las principales causas de la contaminación de este caudal que al tener su desembocadura en el mar Caribe origina que también sus playas sean contaminadas por los plásticos.

 

Son dos las formas principales como llega la basura a las orillas de este rio:

 

En primer lugar, llega gracias a los desperdicios en un alto porcentaje de desechos plásticos que son lanzados a las cañadas y de ahí al cauce del afluente.

 

En segundo lugar, la basura llega a estos lugares por la irresponsabilidad de las personas que no cuidan el entorno en el que habitan.

 

Este río Ozama es el medio para que decenas de toneladas de plásticos terminan cada año en el litoral de Santo Domingo, a todo lo largo del Malecón, muy especialmente en las playas de Montesinos, Fuerte San Gil y Güibia.

 

En un recorrido realizado por este diario se pudo observar que en toda la ribera del Ozama que comprende el Nuevo Domingo Sabio (Guachupita, los Guandules y la Ciénaga) se siguen formando vertederos de basura, principalmente producida por los habitantes de la zona, bajo el pretexto de que los camiones recolectores no pasan por ahí.

 

No es diferente en la parte oriental del mismo rio, ya que en la localidad denominada el Dique que está ubicado frente a las plantas de Energía eléctrica de Los Mina, en Santo Domingo Este, la situación es muy similar y deprimente.

 

Estos desechos aunque tienen un alto porcentaje de plástico su composición es muy variada ya que hay muchos residuos del día a día de una familia pobre promedio; latas de metal, bolsas y utensilios plásticos, ropas, restos de comidas, pañales desechables, gomas viejas, animales muertos, entre otros desperdicios.

 

Después del Ozama recibir los desechos, que llegan de casi todas las superficies terrestres de los sectores por donde pasa, a través de cañadas y alcantarillas, lo transporta a lo largo de grandes distancias, a las playas.

 

Por esta razón los ríos constituyen uno de los principales campos de batalla en la lucha contra la contaminación del mar, si se limpian los ríos, se limpian las playas.

 

Un gran porcentaje de la basura que arrastran las corrientes de los ríos Ozama, Isabela, es plástico, mayormente botellas, bolsas, galones, utensilios y foam (platos, vasos y cubertería) que terminan en el mar. Otro porcentaje de los desechos sólidos se degradan en el agua contaminando o finalizan su recorrido en las riberas de los ríos Ozama e Isabela.

 

Felicita Heredia entiende que sanear los ríos requerirá de más de una planta de tratamiento. “Poner en funcionamiento plantas de tratamiento, sin resolver el problema social unido a los problemas de deforestación en la zona alta y media de la zona, no creo en los resultados deseados”.

 

El ecologista Eleuterio Martínez comparte esta opinión. Sostiene que sólo las industrias que se encuentran en la zona alta de la avenida Máximo Gómez requieren de la construcción de una planta, debido a los desechos químicos que generan y que van a parar al Ozama e Isabela.

 

“Los ríos Ozama e Isabela se mueren por las industrias. La contaminación orgánica generada por los barrios empobrecidos es la más simple de resolver. Pero los residuos químicos son fatales porque contienen además metales pesados, como cromo y plomo”, dice.

 

Mientras, Felicita Heredia recuerda que los problemas del Ozama y el río Isabela empiezan más allá de los límites del Gran Santo Domingo. “Inician desde la zona de su nacimiento, en donde han ocurrido desmonte y prácticas mineras no planificadas, lo cual afecta, evidentemente, por los arrastres a estos cursos de agua”.

 

Apuntaba, por ejemplo, que la Cañada Benavides recibe descargas de aguas residuales procedentes de los hospitales Luis Eduardo Aybar y Moscoso Puello, lo cual entraña un problema de salubridad.

 

“Se estima que más de cincuenta industrias descargan sus aguas residuales directa o indirectamente a los ríos Ozama e Isabela.

 

Al resumir las mayores problemáticas, señala que Gildan Activewear Properties, que opera en el paraje Monte Palma, sección Bellavista, del municipio Guerra, en Santo Domingo, “ha sido sancionada varias veces por el vertido del sistema de tratamiento de aguas residuales por incumplimiento de los parámetros de descarga”.

 

La empresa cuenta con 10 lagunas para el tratamiento de las aguas salinas, pero sus vertidos llegan al arroyo La Pipa, afluente del Ozama.

 

Gildan promete poner en funcionamiento  un nuevo sistema de tratamiento. 

Según Medio Ambiente, el Matadero Alpa Import Mercarne vierte en un pozo séptico y “todos los valores presentados están por encima de los permitidos por la Norma de Calidad de Agua”.

 

Del Parque Industrial Duarte y la Industria de Papel Sido señala que mantienen abandonadas sus plantas de tratamiento. Además, que Munné vierte “todas sus aguas industriales y domésticas” en el alcantarillado sanitario.

 

Medio Ambiente también evaluó 13 cañadas que conducen residuos, líquidos y sólidos, a los ríos, incluyendo las de La Ciénaga y El Farolito, que reciben descargas de los hospitales Luis Eduardo Aybar y Darío Contreras.

 

30 de mayo de 2000, Valentín Rivas del Centro de Investigaciones de Biología Marina de la UASD, Luis Carvajal responsable del área de acompañamiento comunitario de la Comisión Ambiental, Lourdes Rojas, directora del Departamento de Biología y Felícita Heredia, coordinadora de la Maestría de Ecología y Medio Ambiente, que son los miembros de la Comisión más ligados al caso que nos ocupa, mostraron su disposición de participar en cualquier iniciativa oficial que vaya orientada a buscarle una salida técnica y práctica a la problemática que en estos momentos rodea al estuario del Ozama.

 

El mal manejo de los desechos sólidos ha provocado un alto nivel de sedimentación, lo que lleva a la colonización de plantas y disminución de los afluentes, situación que se convierte en trampas naturales para acumular basura y agua, con el riesgo del contagio de enfermedades en la zona.

Se estima que alrededor de 200 mil personas viven en más de 20 barrios que tienen como «patio» los ríos Ozama e Isabela. La mayoría de las casas están hechas de materiales débiles, como zinc, cartón, plywood o madera, y las condiciones higiénicas en su interior son precarias.

 

El informe «Políticas tarifarias para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio», elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), alerta que «en los países de América Latina y el Caribe, un 3% de la pérdida de años de vida ajustados en función de discapacidad se debe a las deficiencias de los servicios de agua potable y saneamiento» y «en algunos países de la región ese impacto llega al 7,7%».

 

El consultor ambiental, Roberto Castillo Tió, indica que las poblaciones a orillas del Ozama e Isabela están propensas a ser parte de esos porcentajes, y entiende que el Estado debe invertir más en políticas de saneamiento y agua potable.

 

Para el Plan Maestro de Alcantarillado de Santo Domingo se hizo un estudio entre agosto y septiembre de 2010 para el que se tomaron en cuenta 18 industrias esparcidas en la ciudad, con influencia en el Ozama e Isabela. Los resultados demostraron que la mayoría «todavía no cumple con las normas de descarga establecidas» por Medio Ambiente, «independientemente si éstas vierten sus aguas residuales a aguas superficiales, al subsuelo o al alcantarillado sanitario».

 

Según la Dirección de Calidad Ambiental de Medio Ambiente, «las empresas que cuentan o no con autorización ambiental están obligadas a controlar sus emisiones al aire, agua o suelo; por mandato de la legislación ambiental nacional».

 

La cañada de La Zurza, que desemboca en el río Isabela, recibe la mayor descarga industrial de todos los desagües, señala el Plan Maestro. A esta situación, se suman también los lixiviados que desprende el vertedero de Duquesa.


Los lixiviados son un líquido negro qué “Cuando los camiones de basura van en la calle, lo derraman or todo el pavimento”.

En el vertedero de Duquesa llegan más de cuatro mil toneladas de basura cada día. Duquesa tiene una laguna para llevar los lixiviados de los camiones, y esa laguna no está tratada, entonces estos lixiviados se van al subsuelo, provocando que lleguen a los ríos Isabela y Ozama, formando parte también de la contaminación.

 

Un estudio de las aguas del Ozama entre 2010 y 2011 realizado en el marco del Plan Maestro arrojó que las concentraciones de nitrógeno total y amonio en las aguas abajo del río, después del puente flotante, se encuentran por debajo de lo esperado y todas las concentraciones de metales pesados están por debajo de los valores ambientales regulados. También los valores de coliformes fecales y E. Coli fueron mucho más elevados que los valores presentes en el mar.

 

«Las altas descargas de materia orgánica en algunas cañadas han reducido el oxígeno disuelto en el río Isabela, lo que produce espumas flotantes, producción de gases como metano y sulfuro de hidrógeno», también destaca.

 

El 29 de diciembre de 2016, las aguas de los ríos Ozama e Isabela hierven de toda la contaminación provocada por los químicos que unas 20 empresas depositan en ellas, sumado a los desperdicios que los mismos residentes asentados a lo largo de sus riberas depositan en sus caudales.

 

El mal olor que sale de las aguas de los ríos Ozama e Isabela es prácticamente insoportable, pero a pesar de eso, cientos de familias que viven a orillas de esos afluentes se ven obligadas a soportarlo cada día, colocándose en situación de vulnerabilidad ante cualquier tipo de enfermedad.

 

Durante un recorrido de redactores de este medio, se observó cómo un hombre tiraba cáscaras de plátanos al río Ozama, y a otro que deposita un plato de material plástico, donde había comido un pica pollo.

 

21 de marzo de 2009 a propósito de celebrarse al otro día domingo el Día Mundial del Agua, la Fundación Kyoto y alumnos de escuelas de Santo Domingo Este, se reunieron frente a la desembocadura del río Ozama, para deplorar que aún existen empresas que depositan sus desechos sólidos en esa fuente acuífera.

 

Manuel Pereyra, presidente de la fundación señaló que el río Ozama es el más contaminado del país  y que las autoridades dominicanas hacen caso omiso a las decenas de empresas que contaminan sus aguas.

 

Indicó que el río Ozama recibe una carga diaria de 23 fuentes contaminantes directas y 58 indirectas; 17 de las cuales llegan a través de la cañada de La Zurza y 41 por el río Isabela.

 

“Este río recibe además los desechos del 25 por ciento de las viviendas que están vinculadas al sistema de recolección de desechos que vierten sus aguas residuales sin tratamiento”, señaló.

 

Dijo que las industrias que contaminan la cuenca del río Ozama son fábricas de cemento, centrales azucareras, textilería, centrales eléctricas, industrias farmacéuticas, de construcción y jabonería, entre otras.

 

Agregó que tres mil 500 niños mueren a diario en el mundo por las aguas contaminadas y que mil millones de personas no cuentan con suficiente agua potable para cubrir sus necesidades básicas diarias, por lo cual hizo un llamado para proteger las fuentes de agua del país.

 

En la actividad participaron estudiantes de las escuelas Alma Rosa y Cachón de la Rubia, quienes entonaban cánticos en la celebración del Día Mundial del Agua.

 

En el 1978 un estudio realizado por el profesor Diego Rivas, de la UASD, encontró que el litoral de Santo Domingo es una "zona en crisis" y sugirió que se tomarán medidas para proteger a los invertebrados de ese ecosistema. Arrojó que el agua no estaba apta para bañarse ni para uso doméstico.

 

A mediados del año 1990, el gobierno de Joaquín Balaguer a través del decreto 226-90, prohibió el lanzamiento de desperdicios al río y dispuso un plan de rescate de la ribera del río.

 

La zona más contaminada de los ríos Ozama e Isabela abarca desde La Puya de Arroyo Hondo (en la ribera occidental) y La Barquita (en la ribera oriental), hasta la desembocadura del rio Ozama, en el puerto de Santo Domingo.

Para el próximo lunes 12 deoctubre de 2020, publicaré las cañadas que contaminan el Río Ozama.

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