Historia del Río Ozama y La Pesca (Capítulo XXI)
Las actividades de pesca que dejaron como herencia los aborígenes sigue siendo un pasatiempo de muchos dominicanos y a la vez una fuente de sustento familiar, deporte o hobbie.
Los fines de semana numerosas personas toman su hilo, plumilla y caña
de pescar para ir a orillas del río Ozama en busca de su carnada, desafiando la
contaminación que afecta a ese acuífero.
Los beneficios
económicos de esta actividad genera entre algunos pescadores el sustento para mantener a sus familias.
Muchos pescadores
llegan al puente flotante desde las 7:00 de la mañana en transporte público,
vehículo propio o bicicleta, y saltan de la emoción cuando pueden atrapar un
pez con su anzuelo o caña, no importa el tamaño que tenga.
Los amantes de la
pesca se aventuran mar adentro en busca del producto que les regala la
naturaleza y que les genera ingresos al venderlos a los transeúntes que se
desplazan por el puente flotante y por la Avenida Francisco Alberto Caamaño
Deñó.
Unos pescan a
diario y otros lo hacen tres o cuatro veces por semana. Algunos usan incluso
yolas, pequeños botes y lanchas.
En el área
cercana a la avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó, mejor conocida como la Avenida del puerto, se pueden encontrar todo tipo de
pescados para consumo, entre ellos sardina, atún, mero, carite, machuelo,
róbalo, anguilla y sábalo, que es el pez de mayor abundancia en esta zona.
En el lugar hay
pescadores desde las 7:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche.
Los “tramayeros”,
como se les llama a quienes se dedican a la pesca con redes en la desembocadura
del río Ozama, pescan todo tipo de especies marinas; mientras que algunos se
dedican sólo a la pesca de camarones, utilizando nasas en la que ponen como
carnada el desperdicio y vísceras de peces y aves, aunque ésta no es tan común
como la de pescados en esta área.
Para el hombre
trabajador todo es posible a fin de llevar de forma honrada el pan de cada día
a su familia. Un ejemplo vivo es José Manuel, joven procedente del Ensanche
Ozama, quien cuenta que aunque no vive directamente de la pesca, sino de su
oficio de sastre, la actividad que más placer le ocasiona es la pesca en yola.
Este hobbie reúne
a personas de distintos estratos sociales, familias completas que igual que
Elvis Polanco y su pequeño Bryan, de 8 años, todos los domingos temprano en la
mañana se colocan con su anzuelo sobre el puente flotante que enlaza la Zona
Colonial con la margen oriental de Santo Domingo.
“Para mí, más que
pescar es una forma sana de salir a divertirme con mi hijo, ya que aunque
vienen todo tipo de personas, nunca se escucha una palabra descompuesta, no se
ve pleito o altercado alguno, se nota un ambiente sano y relajante. Vengo aquí
por diversión”, manifiesta, Polanco.
En este río Ozama, en marzo del 2009 pescadores atraparon un tiburón debajo del puente.
Pescadores
capturaron un tiburón de 200 libras debajo del Puente Flotante, sobre el río
Ozama, el cual fue descuartizado inmediatamente ante la vista de decenas de
curiosos que se asomaron a ver al Pez.
Aunque no es
común la pesca de tiburón en ese afluente, es posible por la entrada de aguas
marinas del mar Caribe, en donde el Ozama tiene su desembocadura.
Las inmediaciones del Puente Flotante son un lugar preferido por los pescadores, debido a que los peces llegan desde el mar en busca de material alimenticio arrastrado por el río.
Club de Pescadores de la Ciénaga: es la asociación de pescadores más grandes, y más formalizada, que efectúa sus operaciones en el Río Ozama e Isabela.
No
solamente se enfocan en la pesca sino que también facilitan el alquiler de
botes para fines de turismo, además de que utilizan los mismos, para transportar
pasajeros y productos hacia el lado Este.
En el río Ozama
se práctica la pesca como actividad económica de subsistencia, por un grupo de
alrededor de 15 ó 20 pescadores informales, asociados, que se reúnen
diariamente entre el Puente Flotante y el Puente de la Bicicleta.
Por considerarlo importante para la publicación de esta historia publicaremos este artículo del periódico el Caribe de fecha 18 de abril del 2015.
Pescadores usan
puente flotante sobre el río Ozama.
Sentados sobre el borde del puente flotante de la capital una veintena de pescadores preparaba su anzuelo y alzaba los pescados que servirán para completar su sustento o el plato de su comida. José Arias Paredes es uno de pescadores que comienzan su día allí a las 7:00 de la mañana y quien asegura que lo que en las aguas del río Ozama se recoge es limpio, “porque si no todo el mundo estuviera muerto´´. “Como está este país que uno no haya nada, si yo pudiera secar el río lo secara, para venderlo todo (los peces)”, comenta este pintor a el Caribe.
Un señor agrega a la conversación que los pescados “no están contaminados”. Juan Oscar Marchena, de 61 años, tiene muchos años recogiendo los peces del Río Ozama para consumo propio y, sobre todo, para pasar el tiempo.
El origen de esta
conversación está en la casualidad: Un equipo del Caribe cruzaba la avenida
Francisco Alberto Caamaño Deñó cuando los hombres en fila sobre el puente
despertaron la curiosidad.
Pero los
testimonios de estos individuos dejan claro que se trata de una actividad que
ellos practican con mucha frecuencia y que se acelera durante los fines de
semana. Los cubos llenos de mojarras evidencian que las aguas de uno de los
ríos más contaminado del país tienen mucha vida.
Ese día, Arias
Paredes llevaba más de 50 pescados. Hacía poco que había tenido “un día bueno”,
con 88 peces atrapados, traducidos a una venta de 330 pesos.
También hay días
malos, como cuando nada brota del agua. “Yo los ensarto y me voy por ahí a
venderlos a la calle, donde sea”, explica al cuestionarle dónde hace la venta.
Otro de los pescadores abordados explicó que no los vende, “porque es más el trabajo de pescar que los pesos que ganarán.
El puente flotante conecta las avenidas Francisco Alberto Caamaño Deñó, en el Distrito Nacional, y Miguel Barceló, en Santo Domingo Este.
Algunos de los pescadores que acostumbran ir al puente cuestionaron con insistencia por qué los periodistas se encontraban ahí y hacían fotos. Su preocupación radicaba en que un reporte a esta práctica podría detenerle momentáneamente la pesca, según explicaron.
Estos hombres para pescar necesitan dos cosas: una caña rústica hecha con un pedazo de tubo e hilo nylon y una carnada que puede ser camarones o trozos de limo.
El 12 de
septiembre de 2019 La Armada dominicana
se reúne con pescadores ríos Ozama e Isabela
La Dirección General de Dragas, Presas y
Balizamiento de la Armada de República Dominicana se reunió con los pesadores
de los ríos Ozama e Isabela y del mar Caribe y trataron temas relacionados con
la preservación de las fuentes fluviales, limpieza y otras situaciones para la
protección de sus aguas.
Durante la
reunión con la Dirección General de Dragas, Presas y Balizamiento de la Armada
Dominicana, la Asociación de Pescadores del río Isabela y del mar Caribe estuvo
representada por el señor Eladio Modesto Paulino.
Durante el
encuentro con los pescadores se abordaron temas relacionados con la afectación
para la navegación fluvial, la falta de equipos para las labores de limpieza de
los ríos Ozama e Isabela y otras situaciones.
Tanto la
Dirección de Dragas, Presas y Balizamiento de la Armada, como la Asociación de
Pescadores de los Ríos Ozama, Isabela y del mar, acordaron aunar esfuerzos para
la protección, saneamiento y cuidados de las fuentes fluviales las cuales
representan la sostenibilidad como recurso de vida para los pescadores.
De su parte, el
señor Eladio Modesto Paulino, representante de los pescadores llamó a otras instituciones del país para que
se integren en la preservación de los mismos.
El 22/04/2021 pescadores del río Ozama
protestan por incautación de sus equipos de trabajo
La Asociación de
Pescadores Río Ozama Mar Caribe y el Bloque de Organizaciones Comunitarias y
Sociales Ozama e Isabela protestaron en contra del Ministerio de Medio
Ambiente, que a través del viceministerio de recursos pesqueros, les impide
trabajar.
Explicaron que el
jurídico del Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca), Jorge
Casado, les incauta los equipos alegando que no pueden pescar por supuesta
extinción de especies.
Alegan que con
mucho esfuerzo, tomando préstamos a bancos y a particulares han comprado sus
chinchorros y trasmallos, pero que supuestamente este funcionario se los
despoja cuando están en labores.
Dionisio Cortorreal, dirigente de la asociación de pescadores dijo que mantiene su familia con la pesca porque se inició en esta actividad hace 40 años, pero que ahora no los dejan trabajar.
Indicó que solo cuentan con la ayuda económica que le da el gobierno por el tema de la pandemia, pero que tienen tres meses que no puede pagar el alquiler.
“Yo tengo 40 años
dedicado a la pesca y nunca había visto esto, y estamos atemorizados porque a
algunos de los compañeros les han incautado el equipo”.
Francisco Reyes,
coordinador del Bloque de Organizaciones Comunitarias y Sociales Ozama Isabela,
dijo que ofrecen su apoyo a los más de 70 pescadores de la asociación
afiliadas.
Consideró que las
medidas que se están tomando no tienen nada que ver con la desaparición de las
especies, sino la alta contaminación de los ríos Ozama e Isabela.
“Nos hemos unido
para protestar y hacer un llamado al ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge
Mera, y al presidente Luis Abinader, que incentiva el empleo, pero que no
permiten esa persecución contra los pescadores”, se quejó.
Daniel Jiménez y
Ramón de la Cruz expresaron también que como pescadores no hacen daño al medio
ambiente.
Expresaron que
las autoridades lo que deben hacer es enfocarse en actuar contra los verdaderos
depredadores que son los culpables de la desaparición de algunas especies acuáticas.
Pescadores
denuncian no pueden pescar por contaminación en ríos Ozama e Isabela
Unos 60 pescadores de los ríos Ozama e Isabela aseguraron que tienen tres meses que han dejado de pescar producto de la gran cantidad de basura que reciben estos afluentes.
El Bloque de
Organizaciones Comunitaria y Sociales Ozama e Isabela (Blocozai) denunció este
jueves la situación e instó a las autoridades a aplicar las medidas de lugar
para disminuir la cantidad de lila presente en estas aguas.
"Anteriormente
uno salía y pescaba muchísimo, con este trabajo hice a mis hijas
profesionales", afirmó Dionisio Cortorreal, pescador desde hace 40 años.
Precisó que
cuando el río baja y viene con un caudal fuerte esos peces se mueren, debido a
los químicos y la basura.
Asimismo, la
Asociación de pescadores del río Isabela y del Caribe solicitó al Congreso de
la República convocar y declarar las leyes de Reordenamiento Territorial, de
Residuos Sólidos, de Agua y Ley de Agua y Saneamiento, a fin de que se puedan
recuperar ambos ríos.
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