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Historia del Río Ozama: Avenidas “U. S. Marine Corps”, Puerto y Caamaño próximo al Río Ozama (Capítulo XVI)

 


Avenida “U. S. Marine Corps”

 

Ubicada en las inmediaciones del Río Ozama.

 

La inauguración se efectuó el 12 de febrero de 1939.

 

El nombre de esa Avenida “U.S. Marine Corps”, se hizo en agradecimiento al apoyo que dio el Cuerpo de Marina de los Estados Unidos durante el Ciclón San Zenón.

 

Algunos consideran que la designación de la Avenida “U. S. Marine Corps”, con el nombre del Cuerpo de Marina de los Estados Unidos, fue una decisión de Trujillo para congraciarse con los norteamericanos.

 

Aunque la apreciación pueda encerrar algo de verdad, lo cierto es que integrantes de ese organismo ofrecieron su tiempo, su ayuda humanitaria y expusieron sus vidas al prestar servicios a los capitaleños desde que se desató el Ciclón San Zenón el 3 de septiembre de 1930.

 

Pero el nombre de la avenida que honraba, recordaba y agradecía a los pilotos y a la entidad que los representaba fue borrado.No se sabe si sus rótulos desaparecieron porque oficialmente se ordenó eliminar la denominación o si las Avenidas del Puerto y Presidente Caamaño lo absorbieron.


Se llamaba “U S Marine Corps” y era la parte del Malecón que se extiende desde el “Paseo Presidente Billini” hasta la margen occidental del río Ozama. Luis E. Alemar la describe como “prolongación del Malecón”

 

Ocho años después de ocurrido el Ciclón San Zenón, dominicanos y norteamericanos ofrecieron elocuentes demostraciones de hermandad al reunirse en la inauguración de esa importante vía. El Gobierno en pleno, instituciones culturales y sociales, diplomáticos y norteamericanos residentes en el país asistieron al acto en el que después de interpretados los himnos de las dos naciones y de impartir la bendición, se descubrió una tarja de tan significativo valor que mientras la develaban un batallón del Ejército Nacional rendía honores y lanzaba una salva de artillería.

 

Los extranjeros confirieron al gesto tanta importancia como los criollos.

 

Antes de que los altos jefes de la Marina americana arribaran a “Ciudad Trujillo” por el aeropuerto de Miraflores, el capitán R. R. Emmet, comandante del poderoso acorazado “Texas” visitó al secretario de Relaciones Exteriores, Arturo Despradel, al jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional, Héctor B. Trujillo y al presidente del Ayuntamiento, Virgilio Álvarez Pina y cuando estos reciprocaron la visita “las baterías” del buque blindado les rindieron honores de ordenanza. Trujillo también visitó el acorazado al concluir las celebraciones.

 

El domingo dia de la inauguración un escuadrón integrado por 40 potentes aviones estadounidenses se presentaron  antes de aterrizar un vuelo en formación sobre la ciudad, que duró 20 minutos.

 

Además de las maniobras aéreas y de los desfiles militares tuvieron lugar espléndidas recepciones en la legación de Estados Unidos, donde los invitados fueron atendidos por R. Henry Norweb, Enviado Extraordinario y Plenipotenciario, y su esposa Emery May, y en los salones del Palacio Nacional “regiamente adornados con bellas flores naturales, trofeos de banderas dominicanas y norteamericanas enlazadas”, donde prevalecieron las “rosas, bellas mujeres y música gratísima”, como galardón para el brigadier general William P. Ushur y el coronel Roy S. Gieger, del U. S. Marine Corps.

 

Un gran número de capitaleños estuvieron presente en la apertura de esta Avenida donde Álvarez Pina relató que “un día, el Cuerpo de Marina de los Estados Unidos, fiel a sus gloriosas tradiciones de valor y humanidad, hizo la ofrenda de sus auxilios y su consuelo a nuestra acongojada ciudad, destruida por la violencia del furioso vendaval”.

 

Agregó que “el tres de septiembre de 1930 los aviones del Cuerpo de Marina de los Estados Unidos plegaron sus alas para traernos el necesitado socorro de los primeros auxilios”, servicio humanitario.

 

Tan pronto el U. S. Marine Corps se enteró del desastre, el coronel R. M. Cutts, comandante de la brigada de dicho cuerpo en Puerto Príncipe, envió a la capital dominicana su escuadrón aéreo bajo el mando del “mayor Davis” con médicos, alimentos y medicinas.

 

Además, el mayor Comandante del Cuerpo con sede en Washington, despachó con su aeroplano al coronel Roy S. Gieger para prestar ayuda adicional. Gieger estuvo como un símbolo en la inauguración de la avenida. El valiente aviador voló “entre lluvias y tormentas. Mientras pilotos menos curtidos que él permanecían en tierra, él cumplió su misión con coraje y habilidad plausibles”.

 

En sus palabras de agradecimiento el general William P. Ushur expresó: “Con corazón lleno de entendimiento nuestro comandante lo ha enviado para que participe en esta ceremonia”.

 

Cuando “las violentas fuerzas de la naturaleza castigaron salvajemente la ciudad, todos los servicios públicos y privados se paralizaron”, recordó Ushur y “nuestros corazones y nuestras almas respondieron inmediatamente a vuestras desgracias…”.

 

Manifestó que el Cuerpo de Marina es la más antigua organización de Estados Unidos y tiene “altos ideales y orgullos de tradición y servicios”. Añadió que “el uniforme no apaga la llama del humanitarismo”.

 

Los norteamericanos han invadido la República en dos ocasiones lamentables y existe un justificado rechazo por las intromisiones. En  el 1930, sin embargo, no vinieron a ultrajar la soberanía.


En una foto antigua de la vía alguien escribió en fecha reciente: “Avenida U. S. Corp”, bautizada así para honrar a los marinos que vinieron a mancillar el nombre de los padres de la patria…”.

 

Los datos para este reportaje fueron tomados de los periódicos La Opinión y Listín Diario, de la Revista Militar, de 1939, y del libro sobre Santo Domingo de Luis E. Alemar, de 1943.

 


 

La imagen  de la Avenida U.S. Marine Corps, corresponde a la década de 1940  

 

Fue construida en honor al cuerpo de marino de los Estados Unidos. 

 

La Avenida U-S. Marine Corps,  fue la primera vía que se hizo para separar del Rio Ozama de  la Ciudad Colonial.

 

Este tramo está comprendido entre el monumento de Montesino y la colecturía de aduanas, justo donde cambia de nombre está importante vía, de "Paseo Presidente Billini" a  Avenida "Francisco Alberto" Caamaño Deñó.

 


 

En el año 1991 se le cambío el nombre por la Avenida del Puerto.  


El 13 de diciembre de 1991 fue inaugurada la primera etapa de la Avenida del Puerto, un proyecto que transformó y dio vida al puerto de Santo Domingo.


La ejecución de esta obra fue realizada por disposición del gobierno del presidente de Joaquín Balaguer pero según encontramos en nuestros archivos, la idea de crear esta avenida surgió en el año 1968, y debido a problemas de planificación no se concretizó. 


Esta vía fue construida por un monto que ascendió a 45.4 millones de pesos.

 

La misma formó parte del plan de remodelación y reacondicionamiento del Puerto de Santo Domingo. Su longitud es de 1,380 metros lineales, de cuatro carriles en dos direcciones, y su trazado bordea las Murallas de la Fortaleza Ozama, Escalinata del Conde y el desaparecido Fuerte El Invencible.


Los trabajos de construcción estuvieron a cargo de Silvestre Antonio de Moya S., presidente de la Compañía Proyectos Civiles y Marítimos, S.A. (PROCIMAR).

 

Además de embellecer el área, uno de los objetivos principales de esta arteria era descongestionar el tráfico de las calles interiores de la Ciudad Colonial, conservar los monumentos históricos de la zona, rescatar el Lienzo Este, de la Muralla Colonial, así como permitir el ingreso directo a la zona portuaria, tanto turística, como de carga.

 

A continuación detallamos en qué consistío el plan de remodelación del Puerto de Santo Domingo que incluyó la edificación de esta avenida:

 

La recuperación de valiosos restos de construcciones coloniales, las cuales pasaran a formar parte de una interesantísima Plaza Arqueológica.

 

La prolongación del Paseo Presidente Billini (El Malecón) hasta su empalme con la Avenida Francisco del Rosario Sánchez.

 

La reconstrucción de un tramo de 500 metros lineales de muelle para posibilitar el arribo y el manejo simultáneo de cruceros turísticos.

 

La reconstrucción de terminales turísticas y de una plaza comercial que contendrá las facilidades propias de este tipo de desarrollo.

 

La construcción de un confortable edificio de estacionamiento con capacidad para 400 vehículos, parques de estacionamientos distribuidos en la zona, así como puentes peatonales de enlace con el sector colonial y de otras edificaciones de apoyo.

 

En sus inicios la avenida era conocida como punto de referencia para los enamorados, quienes disfrutaban de momentos agradables bajo la luz de la luna. Sin embargo, no solo los flechados por cupido acudían a la tan apreciada Avenida del Puerto, también personas de diferentes estratos sociales hacían presencia en el lugar para disfrutar de un momento de ocio y sano esparcimiento.

 

En la segunda etapa de adecuación de esta vía, se construyó el delantal (Malecón) para el atracadero (Muelle) de cruceros turísticos, y las terminales y centros comerciales. Para los trabajos del delantal, se tomaron de 5 a 7 metros prestados al río.

 

Esta segunda etapa formó parte de la prolongación de la avenida en forma de puente con una elevación a escasa altura de la ribera del río, y la extensión del puente, es de 430 metros por encima de la calle La Marina.

 

La tercera etapa incluyó la unión del malecón de la ciudad hasta la zona norte, uniéndose a la avenida Francisco del Rosario Sánchez, que comunica al puente del mismo nombre con el Juan Pablo Duarte.


Con esta ampliación la avenida bordeó toda la ribera occidental del río Ozama, en un área superior de 400 metros, hasta llegar al inicio de la calle La Marina, que se unió con la avenida Francisco del Rosario Sánchez.

 

El diseño conllevaba un pequeño puente que se levantaría en la misma dirección del río, con el objetivo de evitar que la avenida pase por áreas que ocupan cables de generación eléctrica de la Corporación Dominicana de Electricidad.


Esta última etapa de construcción de la Avenida del Puerto tuvo una inversión de 95 millones de pesos.

 

En el año 1992 el presidente Balaguer designó oficialmente con el nombre Avenida del Puerto a esta vía, mediante decreto No. 31-92.



Pero años después, la Comisión de Cultura del Ayuntamiento del Distrito Nacional, propuso la designación del nombre del comandante constitucionalista de la Revolución de Abril de 1965, Francisco Alberto Caamaño Deñó, el cual fue acogido con muchos obstáculos, el 23 de noviembre de 1996.




Avenida US Marine Corps

 

Dos imágenes de la actual Avenida Francisco Alberto Caamaño:

 

La primera corresponde a la década de 1940  y  la otra al año 2018.


Vista panorámica de la avenida U.S. Marine Corps, hoy avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó, conocida popularmente como avenida del Puerto.

 

En la imagen de la década del 40, se puede observar la muralla de la Fortaleza Trujillo, hoy Fortaleza Ozama; la comandancia de la Marina de Guerra, hoy Armada Dominicana, y al fondo el faro de metal San José (1853) que había en el malecón.

 

Fíjense que no se había construido la edificación que sirve hoy de Colecturía de Aduanas, la cual se puede apreciar en la imagen del 2018.



Avenida del Puerto

 

Ubicada muy próximo al Río Ozama.

 

Dos imágenes  de la Avenida el Puerto:

 

Una de 1942 y la otra reciente de 2019.

 

Vista panorámica de la hoy avenida del puerto, mientras una pareja y varias personas caminaban en la imagen de  1942, la otra  es más reciente corresponde al  año 2019.

 

La zona por donde caminaban en el 1942, hoy es ocupada por la calzada peatonal.

 

En la imagen de 1942 también se observa al fondo, a la izquierda, lo que para aquel entonces se denominaba como "Fortaleza Trujillo", muralla que franquea el perímetro de la Fortaleza Ozama hacia el puerto, hoy es imposible de ver desde este ángulo por los árboles del fondo.

 

En las  proximidades de esta imagen también estaba el Fuerte de San José, con su característico faro de metal ensamblado en 1853 y desmantelado en la década del 50.  

 

 


 

Avenida del Puerto

 

Pocas vías de Santo Domingo han concitado el interés que generó la  avenida del Puerto para que se honrara figuras renombradas de diferentes sectores del quehacer público designándola con sus nombres. 


Las peticiones y motivaciones destacando merecimientos y aportes de los propuestos se sucedieron en reiteradas cartas remitidas al entonces Presidente Joaquín Balaguer.

 

El 18 de diciembre de 1991 Manuel María Miniño Rodríguez, vicepresidente del Comité Ejecutivo del Faro a Colón, expresó al gobernante su gran sorpresa porque a la nueva arteria que continúa el Paseo Presidente Billini y bordea el río Ozama se le iba a denominar Avenida del Puerto.

 

Opinaba que el bello paseo debería ser bautizado como Almirante Cristóbal Colón por la estrecha relación que históricamente, según él guarda dicha zona con el recuerdo del gran Almirante, quien amarró sus carabelas a la ceiba que lleva su nombre, y por la cercanía en que está de la Torre del Homenaje y partes aledañas, escenas de penas y alegrías en la vida del insigne navegante Don Cristóbal Colón.

 

Consideraba que Avenida del Puerto “sólo era atribuible por simple toponimia, pero no guarda ninguna relación con algo que haga recordar a las generaciones venideras la hazaña de hechos connotados merecedores de eternas remembranzas y que la conciencia nacional apreciaría con elevado sentido histórico.

 

Razonaba que de asignarle el nombre del Descubridor, habría razones de orgullo para todos por la consonancia que media entre la merecida personalidad del homenajeado y el elevado sentido de mezclar lo útil con lo agradable.

 

Un año después, Pablo Yarull, Asesor Municipal del Poder Ejecutivo, coincidía con Miniño al solicitar también al Jefe de Estado que la Avenida se denominara Paseo del Almirante, en honor a Cristóbal Colón, en virtud de la proximidad de la efeméride de la celebración del V Centenario.

 

Creemos, Señor Presidente, que este nombre enaltece la figura del descubridor de América y es un paseo tan hermoso que merece tener el nombre de Paseo del Almirante. La comunicación es del 8 de julio de 1992.

 

Según una misiva que la señora Rosa N. Fermín viuda Bello envió a Balaguer, éste le había dado instrucciones para que buscara una calle a fin de reconocer la memoria de su difunto esposo, José Manuel Bello Cámpora.

 

El 20 de diciembre de 1991 la dama sugería, entre otras calles, la Avenida del Puerto, que es parte de la Circunvalación interior actualmente en construcción en su fase final, en el tramo comprendido entre el Paseo Marine Corps y la subida de Santa Bárbara (parte de abajo del puente de la Bicicleta).


Explicaba que la información del ingeniero Silvestre es que todavía no tiene nombre, y según la costumbre se le pone nombre por tramos. En manuscrito se imparte la orden de que la carta sea referida a Cristian Martínez, Director de Parques, a fin de buscar una calle para los fines de lugar.

 

El nombre de la hermana del ex gobernante Doña Emma, figura en la lista de los sugeridos que reposa en la documentación que la Presidencia de la República trasladó al Archivo General de la Nación. Gustavo Suncar, Ana Joaquina Pérez de Romero e Hidalgo Ferreras consideraron que la señora era digna de ese especial homenaje.

 

El 10 de diciembre de 1993 resumieron la vida ejemplarizadora y las obras humanitarias realizadas por la ex presidenta de La Cruzada del Amor, solicitando que la Avenida del Puerto, la cual aún no ha tenido su terminación, sea designada con el nombre de Doña Ema Balaguer. Pedían que en la ruta se colocara una tarja de la señora con su fecha natalicia y la de su sentido fallecimiento al igual que una estatua o busto para recordación perenne de las presentes y futuras generaciones.

 

Otro nombre propuesto fue el del ingeniero José Ramón Báez López-Penha. La solicitud fue comunicada a Balaguer por César Iván Féris Iglesias, entonces presidente de la Comisión para la Consolidación y Ambientación de los Monumentos Históricos de la Ciudad de Santo Domingo.


El 16 de febrero de 1995 justificaba la solicitud argumentando que su candidato dedicó su vida al desarrollo urbanístico de la Ciudad Colonial. Agregaba que la Comisión decidió proponer que la Avenida de Circunvalación que rodea la Ciudad Colonial, recientemente abierta, lleve el nombre de Avenida del Puerto José Ramón Báez López Penha, desde la esquina de la calle 19 de Marzo hasta el empalme con la avenida Francisco del Rosario Sánchez. De esta manera, alegaba, se vincularía el nombre del Ingeniero Báez con la Ciudad Colonial, que él tanto amó.

 

Ninguna de las propuestas anteriores fue tomada en cuenta por el ex Presidente Joaquín Balaguer.


La avenida del Puerto terminó siendo el homenaje que el Ayuntamiento del Distrito Nacional tributó al líder de la revolución de abril de 1965, Francisco Alberto Caamaño, cuyo nombre, hasta donde se sabe no fue sometido a la ponderación balagueriana. Fue por resolución del 21 de noviembre de 1996, y atendiendo la sugerencia de los regidores Jorge Frías, José Juan Zapata y Juan Bonilla del PRD. La regidora Flavia García, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), recomendó la aprobación que firmaron Rafael Díaz Filpo y Waldys R. Taveras, presidente y secretario, respectivamente, de la sala capitular.

 

Los solicitantes pedían tener en cuenta la lucha y entrega del coronel por la democracia, independencia y libertad del pueblo dominicano. Ellos recomendaron para la Avenida el nombre de Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó “pero el presidente de la Fundación Caamaño, Claudio Caamaño Grullón, pidió que se adoptara el de Avenida Presidente Francisco Caamaño Deñó y fue complacido.


De ahí se desprendió el nombre que primeramente era Avenida U.S. Marine Corps, para luego llamarse Avenida del Puerto, y en la actualidad año 2021, Avenida Presidente Francisco  A. Caamaño Deñó. 


Para el lunes 1 de marzo de 2021, publicaré la historia de algunos de los barrios que bordean al Río Ozama.  







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